Kasper
Schmeichel, guardameta de la selección danesa, fue uno de los mejores hombres del combinado nórdico en las semifinales de la Eurocopa ante Inglaterra, en las que se impuso el cuadro británico por 2-1 en la prórroga, gracias a un más que polémico
penalti pitado sobre Sterling.
La jugada ofrece muchas, demasiadas dudas, como para haber sido castigada con una pena máxima que sentenció el choque. Pero según revelan algunos medios, como el británico The Sun, la acción se ve agravada por el hecho de que el portero danés fue molestado, segundos antes de que Harry Kane ejecutara el penalti, con un láser desde la grada.
La imagen, extraída del vídeo del partido, no ofrece dudas: instantes antes del disparo del capitán de los ‘three lions’, sobre el ojo
derecho del meta danés aparece reflejado un láser de color verde con que un seguidor le apuntó desde los graderíos.
Schmeichel se mantuvo imperturbable y pudo desviar el primer disparo de Kane, con la mala
fortuna que el balón quedó muerto sobre la frontal del área pequeña para que el delantero inglés lo impulsara al fondo de las mallas y firmara el 2-1 definitivo, que clasificaba a los ingleses para la final de este domingo.
Unos minutos después de ese lance, el colegiado, el neerlandés Danny
Makkelie, se dirigió a uno de los responsables del campo para advertirle de la presencia de dicho láser, a fin de recordar por megafonía que su uso está terminantemente prohibido. Ya era demasiado
tarde. Al menos, para Dinamarca.
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