Poniendo el calificativo que cada uno prefiera, el Athletic afronta una semana que puede resultar crucial para el futuro. Con especial mención para el inquilino del banquillo, Gaizka Garitano. De nuevo en el punto de mira por el partido ante el Celta. Próxima parada, Mestalla. Y el conjunto rojiblanco aterrizará en el feudo del Valencia con solo dos puntos de distancia sobre la zona de descenso. Para preparar ese encuentro (sábado, 14.00 horas) con los de Javi Gracia, los leones trabajarán desde hoy del tirón, tras haber descansado ayer.
La escuadra bilbaína sigue funcionando a base de arreones. Después de la amplia y balsámica victoria (4-0) ante el Betis, llegó el empate (1-1) con el Getafe, que dejó luces y sombras. Y de nuevo volvieron los rojiblancos a ofrecer su peor versión (0-2) ante el Celta en San Mamés. Así las cosas, quizás el técnico de Derio vuelve a caminar por el alambre. Tras ganar a los béticos se le preguntó si tenía la sensación de haber superado un match ball y lanzó con toque irónico que habría más. El tropiezo con los vigueses causó un gran revuelo. Y la opinión sobre el potencial del equipo y el peaje por los jóvenes, también. Hubo reunión urgente de la junta y Elizegi consiguió sostenerle.
La pelea del próximo fin de semana con el equipo che puede tener la llave del futuro. O servir para continuar haciendo la goma… Para esa cita, Garitano recuperará al kaiser de la retaguardia, a Iñigo Martínez, que fue baja ante los del Chacho Coudet por acumulación de amonestaciones. Nuñez cubrió ese hueco en el once. La única baja segura por ahora para la ciudad del Turia es la de Nolaskoain, debido a sus problemas en un tobillo. Para largo.
El centro de atención es Yuri Berchiche. Tuvo que ser relevado al descanso del choque con el Celta. Sin aire. Sin gasolina. Mareado. Según comentó Garitano, puede que el lateral zurdo esté sufriendo las secuelas del coronavirus que contrajo a principios del mes de octubre. No jugó con el Levante y ya volvió en los últimos minutos ante Osasuna. Contra el Getafe tampoco pudo llegar más allá del minuto 49, retirado del terreno de juego con los mismos síntomas. En estudio.
El Athletic se presentará en el feudo valencianista con 13 puntos, una cantidad compartida ayer con una media docena de equipos en la tabla. Con una tarjeta de cuatro victorias -tres en San Mamés y una fuera-, un empate a domicilio y seis derrotas -dos en casa y cuatro como visitantes-. Esa diferencia de dos puntos con la zona de descenso que marca en la clasificación Osasuna, con 11, los mismos que su predecesor Levante, ya es fija hasta la próxima jornada, puesto que los rojillos jugaron ayer con el Betis, ante el que cayeron por 0-2. Igual ocurre con los dos últimos de la fila, el Valladolid y el Huesca, con 10 y 8 puntos, respectivamente.
Hay que recordar que el Valencia, próximo rival de los leones, visita hoy al Eibar. Los de Mendilibar suman 13 puntos, como un Athletic al que podrían superar. Mientras, los de Javi Gracia, con 12 puntos, también estarían en disposición de adelantar a los rojiblancos. Los leones podrían bajar varias posiciones desde su lugar en mitad de tabla, acercándose a la zona de peligro.
Una semana sin descanso en Lezama
Para afrontar esa importante cita a orillas del Mediterráneo con el Valencia, los pupilos de Gaizka Garitano ya tienen programado su plan de trabajo semanal. Desde hoy y hasta el jueves, los rojiblancos se ejercitarán todos los días a partir de las 10.30 horas. Todas las sesiones en Lezama tendrán lugar a puerta cerrada para el público, permitiendo la presencia de los medios de comunicación en las de hoy lunes y el jueves.
El viernes, con rueda de prensa de Garitano -que ya se han convertido en centro de atención por sus manifestaciones-, previa al entrenamiento, retrasarán el inicio de su trabajo en el verde hasta la 11.30 horas, también blindado de miradas ajenas al club. Después se conocerá una lista de convocados en la que ya no hay capacidad de sorpresa. Tras el partido del sábado en Mestalla, el domingo se ejercitarán de nuevo en abierto (11.00 horas) en la habitual práctica post-encuentro.
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