Mikel
Merino confiesa su secreto mejor guardado para mantener el equilibrio mental e incluso físico en esta época de confinamiento: “A veces necesito comer mal, chocolate, palomitas viendo una película… algo que haga a tu mente desconectar”, dice el navarro de la Real, empeñado en que no hay que estar “centrado al 100% en tu trabajo” durante todo el tiempo. “Este pequeño ‘cheat meal’ (o comida trampa) me da la vida y me hace estar más tranquilo”. Asume que hay muchos jugadores que no se permiten esas licencias, pero “yo me tengo que dar un capricho”.
Merino realiza un repaso a toda su trayectoria en una extensa e interesante charla para el canal de ‘Youtube’ de la Federación Navarra de Fútbol. Sólo tiene buenas palabras para la Real y para Imanol
Alguacil. Para el de Iruñea, la que está viviendo en la escuadra txuri urdin “está siendo una experiencia brutal” y “buenísima”, ya que “todo ha ido de la mano”. Y relata de esta manera las razones que le hacen abrazar esa creencia: “Volver a estar cerca de casa, con mis familiares, tener continuidad, sentirme importante y pelear por la Champions”. En definitiva, se trata, sin ir más lejos, de que se ha unido “todo el positivismo en una misma temporada”. Ha encontrado las condiciones idóneas para desarrollar su talento: “Cuando te sientes bien y el equipo está bien, te montas en un ascensor y vas a una velocidad mucho mayor”.
La ayuda de Imanol Alguacil
Una de las figuras que le ha ayudado a alcanzar ese esplendor es Imanol
Alguacil: “Es el entrenador que más me ha marcado en mi carrera”, reconoce el centrocampista navarro. Añade que el oriotarra “lo apostó todo por mí de principio a fin”. Para Merino, el actual entrenador de la Real “ha tenido que ver mucho en mi explosión. Las características, la proyección y la base ya las tenía y necesitaba la valentía de alguien que me diera continuidad y él lo hizo”. Otra de las figuras importantes en su progresión ha sido su padre, Miguel: “Siempre me incide en lo que hago mal en el campo y siempre me ha servido de mucho. Me ha ayudado a ser buen compañero, trabajador y ambicioso”.
Yo estoy contento porque una final sin público le quita algo de emoción y de final al partido
Merino también se moja en lo que respecta al acuerdo entre la Real y el Athletic de aplazar la final para jugarla con público: “En mi opinión, es acertado”, juzga. Y es que, a su entender, “que se juegue una final sin público no beneficia a nadie. Los clubs han pensando que no es una final para ellos, sino para el público y han sacrificado esa opción de ir a Europa”. Cree que este derbi es “espectacular” y va a ser “histórico”, en definitiva, “una fiesta para todos los vascos” y por eso sostiene que “yo estoy contento porque una final sin público le quita algo de emoción y de final al partido”.
Entiende el gran centrocampista de la Real que todas las experiencias que ha tenido en su carrera, sobre todo las malas en equipos como el Borussia Dortmund, le han servido para crecer y que esta situación que ha generado el coronavirus, que frenó el momento de mayor auge de su carrera, también le hará mejorar. En cuanto a sus referentes, cita que “cuando era pequeño, me fijaba mucho en los delanteros: Torres, Villa, Webó… Más adelante, ya me fijé más en los jugadores de mi perfil, como Steven
Gerrard,
Yayá Touré o Bruno
Soriano”. Y es que a su juicio “tengo que fijarse en los mejores para aprender y modelar mi juego”.
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