Abril rompe nuevamente los récords de cruces en la frontera de Estados Unidos

Una lancha con migrantes llega a las costas de Roma, Texas, el 30 de abril.
Una lancha con migrantes llega a las costas de Roma, Texas, el 30 de abril.JOHN MOORE / AFP

El Gobierno de Joe Biden ha evitado calificar de crisis la situación que se vive en la frontera sur, pero abril registró un nuevo aumento en los cruces de migrantes. El mes pasado se ha convertido en el de más ingresos ilegales desde abril de 2000. Más de 178.000 personas entraron irregularmente a Estados Unidos, lo que representa un 3% más comparado con marzo, otro mes con cifras históricas, de acuerdo con los datos publicados este martes por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, la CBP, por sus siglas en inglés. La llegada de los niños no acompañados ha remitido un poco.

De las 178.622 personas detenidas por los agentes fronterizos el grupo mayoritario sigue siendo el de adultos solos. Estados Unidos expulsó en caliente a 111.714 individuos gracias a la norma Título 42, que Donald Trump instauró en tiempos de la pandemia y que Biden ha dejado vigente para facilitar el retorno de los migrantes. El 62% de las detenciones que realiza la CBP termina en una deportación rápida.

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“La CBP continúa observando un gran flujo de migración ilegal a lo largo de la frontera sur”, dijo Troy Miller, el comisionado en funciones de la oficina, que está a la espera de que el Congreso apruebe el nombramiento de Biden para el cargo.

Los menores solos se convirtieron en el rostro más público del fenómeno que marcó las primeras semanas de la Administración Biden. Cientos de familias del Triángulo Norte mandaron a sus hijos, sobrinos y adolescentes de los pueblos centroamericanos a recorrer la peligrosa ruta al norte con la esperanza de reunirse con padres o familiares en Estados Unidos. En abril las autoridades estadounidenses hallaron en la frontera a 13.962 menores, un 12% menos que los llegados un mes antes (18.800).

El viernes, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, explicó en Donna (Texas) el rediseño del Gobierno en el trato de los casos de los menores migrantes. La Administración pretende priorizar el envío de las personas a albergues especializados y reducir el tiempo en los centros de detención de la CBP. “No son lugar para un niño”, dijo Mayorkas sobre las instalaciones, conocidas coloquialmente como hieleras por sus bajas temperaturas. Los albergues especializados, en cambio, serán supervisados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Estarán allí hasta que sean reunidos con sus familiares.

El flujo de menores solos saturó en marzo los centros de detención de la CBP a lo largo de la frontera con más de 4.100 niños en custodia. La situación se desahogó en abril, pasando a un promedio de 2.895 personas a cargo de las autoridades. La CBP ha reportado este martes 11 de mayo a solo 455 personas en los albergues. El tiempo de espera en estos también ha disminuido pasado de 115 horas a 28.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se reunirá por separado el 7 y 8 de junio y en sus países con los presidentes de México y Guatemala, Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Giammatei. El tema será el control de las fronteras para reducir el flujo de la migración que proviene de Centroamérica. Harris, quien ha sido encargada de la situación en la frontera sur, ha dado a conocer que Estados Unidos está listo para aumentar la asistencia humanitaria a cambio de que las naciones aprieten en su vigilancia.

Una de las estrategias de Washington para reducir la inmigración ilegal es combatir a las mafias encargadas del tráfico de personas. En abril fue lanzada la Operación Centinela, que reúne los esfuerzos del Departamento de Estado, el FBI, la DEA y Justicia. Hasta la fecha se han revocado las visas de 130 integrantes de estas bandas y el Gobierno trabaja para congelar las cuentas de estos grupos.

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