Charles Leclerc ha participado este domingo en una exhibición en Mónaco con el Ferrari de Niki Lauda de 1974. Eso sí, esta no ha sido un paseo triunfal ni mucho menos para él.
El piloto monegasco ha estrellado el Ferrari contra uno de los muros de protección del circuito. De esta manera, Leclerc ha sido protagonista en su país más por el hecho del accidente que por haber conducido uno de los coches históricos de la parrilla.
El propio Leclerc se ha tomado con humor la situación. “Cuando ya piensas que tenías toda la mala suerte del mundo en Mónaco, te quedas sin frenos en la ‘rascasse’ con uno de los coches más históricos de Ferrari”, ha señalado.
Porque la mala relación de Leclerc con el circuito de su país no solo se limita a esta exhibición, sino que se extiende a las tres ocasiones previas en las que ha rodado allí con un Fórmula 1: fue decimoctavo en 2018, se retiró en 2019 y no pudo tomar la salida el pasado año. En unas semanas, Leclerc tratará de cambiar su suerte.