El comisionado de la NBA, Adam Silver, conversó con la alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, y le trasmitió su optimismo de que la ciudad marcha por el buen camino en el proyecto de conseguir una franquicia de expansión que pueda ocupar el puesto dejado vacante con la salida de los SuperSonics.
Silver dijo en una conferencia de prensa el mes pasado que la NBA estaba desempolvando su consideración de expansión latente durante mucho tiempo y había dedicado más tiempo al concepto durante la pandemia actual del coronavirus.
Por su parte, Durkan habló poco después, y reafirmó el deseo de la ciudad de conseguir un equipo después que los SuperSonics se trasladaron a Oklahoma City y se convirtieron en los Thunder a partir de la temporada del 2007-2008.
“Es una muy buena noticia para la ciudad de Seattle que estén pensando en un equipo de expansión”, dijo Durkan al canal de televisión de Seattle KING 5. “Y fui honrada con él. Sabe que Seattle quiere estar al frente de la línea, pero sabemos que todos tenemos que cumplir con un proceso antes que llegue una aprobación”.
Los directivos de la liga han destacado que es probable que la expansión aún esté a años de concederse, si es que ocurre. La última vez que la NBA se expandió fue cuando los Bobcats de Charlotte se crearon en el 2004, la franquicia fue premiada dos años antes de que comenzara a jugar.
Además de su historia, base de aficionados y corporaciones con mucho dinero, Seattle es atractivo como lugar de reubicación porque se espera que un nuevo pabellón renovado esté terminado a finales de este año.
Climate Pledge Arena, el sitio del antiguo KeyArena, será el hogar de la franquicia de expansión de la Liga Nacional de Hockey sobre Hielo (NHL) Kraken la próxima temporada después de una reconstrucción de 900 millones de dólares que se llevó a cabo durante más de una década.
El titán del capital privado David Bonderman, el dueño mayoritario del Kraken y un inversor minoritario en los Boston Celtics, ha expresado su interés en unirse a una oferta en una franquicia de expansión de la NBA para compartir la arena.
También lo ha hecho Chris Hansen, nativo de Seattle, que dirige un fondo de cobertura con éxito e intentó comprar los Sacramento Kings y trasladarlos a Seattle en el 2012.
Hansen y algunos socios todavía poseen un terreno en la sección SoDo de la ciudad donde esperaban construir un estadio exclusivo de la NBA en caso de que regresen los Sonics.
Podría haber otros postores si la NBA también decide seguir adelante, lo que llevó a los directivos de la liga a establecer un precio objetivo en el rango de 2.500 millones de dólares como una posible tarifa de expansión.
Durante los últimos nueve meses, la NBA aumentó su línea de crédito de 650 millones de dólares a 1.200 millones, luego acordó pedir prestados 900 millones para enfrentar las pérdidas durante la temporada 2020-21, y cada equipo recibió 30 millones en asistencia.
Durkan dijo que estos escenarios financieros, entre otras razones, podrían ayudar a que la expansión avance como una opción entre los dueños de la NBA, que van a discutir la posibilidad.
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