Dice Adam Silver que la NBA no tiene un problema severo con el tanking, ya que soluciones anteriores al presente fenómeno Victor Wembanyama mitigaron en parte la carrera anual por convertirse en el peor equipo de la liga y optar a las máximas probabilidades en la lotería del Draft anual. Los cambios introducidos en los últimos años, entre ellos la reducción de probabilidades para los peores equipos y el incentivo del play-in para competir por los playoffs ha mejorado ostensiblemente el asunto del tanking, según la opinión del comisionado.
“Estás jugando con un 14% de posibilidades de tener la primera elección. No es una superstición y son datos, y por lo tanto un 14% es mucho mejor que el 1% o ninguna oportunidad. En términos absolutos, sin embargo, ningún equipo se beneficia de ser el peor de la competición”, comenta Silver en una intervención en ESPN. Desde 2019, la NBA cambió el sistema de reparto de probabilidades, lo que implica que los tres peores registros de la competición tienen el mismo número de probabilidades de llevarse el número uno. El cuarto y el quinto están por encima del 10%.
Aunque lo que comenta el comisionado es cierto, no hay duda que ser uno de los cinco peores balances de la competición en la temporada 2022-2023 te da más de un 10% de probabilidades de llevarte al mejor proyecto de jugador de las dos últimas décadas, un caramelo muy goloso. “No hay una solución perfecta, pero el Draft es para nosotros la manera adecuada de reconstruir la liga. No se nos ha ocurrido un sistema mejor”, concede el ejecutivo.
La polémica por el tanking descarado de algunos equipos, aunque todavía es pronto para identificarlo ha llegado a colocar un sistema de ascensos y descensos en la competición sobre la mesa. Para aplacar los rumores, Silver reconoce que sería muy difícil de implementar en una liga como la NBA: “Otras ligas fuerzan la competitividad porque estar en el fondo de la clasificación es muy malo para la salud del equipo. No hablaba muy en serio cuando hablé de los descensos, porque no es un sistema como el fútbol europeo y no tendría sentido mandar un equipo de la NBA a la G League o un equipo de la G League a la NBA”.