Nadie en el Barça imaginó por un momento que la sexta y última jornada de la fase de grupos de la Champions League, hoy ante el Viktoria en Plzen, tendría un objetivo más económico que deportivo. Resignado ya a jugar en la Europa League y condicionado por el trastorno monetario de semejante descalabro por segunda temporada seguida, un triunfo ante el equipo checo permitiría aliviar algo la maltrecha tesorería que no el desconsuelo. No se contempla un empate o una derrota con el colista, que no ha sumado ningún punto y ha encajado veinte goles, el doble que el Barça.
Los tres puntos se dan por ya descontado, por prestigio, porque si no, los de Xavi tendrían el triste mérito de cerrar la peor liguilla, más aún que aquella de la temporada 1997-1998 con apenas cinco puntos. La baja de Robert Lewandowski, aquejado de unas molestias en la espalda, y la ausencia por sanción de Busquets no pueden ser una excusa. Con un anfitrión aquejado por lesiones y sanciones, como Jhon Mosquera.
Viktoria Plzen-Barça
No hace tanto, con Pep en el banquillo, el Barça ya visitó al Viktoria Plzen pero entonces se jugó en Praga. El estadio Doonsan Arena, el más pequeño de la Champions League con capacidad para 11.700 espectadores, no estaba aún acondicionado. Eran otros tiempos y entonces el Barça enseñaba la imagen de equipo incontestable, campeón de Europa y líder de su grupo que arrasaba allí por donde pasaba. Ahora son terceros. El 1-11-2011, hoy hará 11 años, los azulgrana ganaron 0-4, con Piqué de titular y hoy como único superviviente. El propio Xavi se quedó en el banquillo.
Ansu Fati, listo
El técnico de Terrassa sostiene que les ha pasado de todo, pero lo cierto es que están donde les han llevado sus propios errores. El cómo y el con quién es lo de menos, aunque Xavi le haya dado un barniz trascendente. El partido servirá para dar minutos al contador de los suplentes y airear el infortunio. Si en Laliga la portería goza de buena salud con apenas cuatro goles encajados en doce encuentros –10 a cero en 12 jornadas–, en Europa es un equipo defensivamente muy desmejorado y endeble, La media de dos tantos encajados le ha condenado a ser un Barça de Europa League.
El Barça tirará de un equipo repleto de jóvenes. El orgullo de salir de la mejor forma posible lo dejará en las manos de los no habituales. En defensa, Iñaki Peña jugará por Ter Stegen en la portería, Piqué es seguro acompañado por un reciclado Marcos Alonso, y las otras líneas sufrirán movimientos. Sin Busi, el mediocentro será De Jong, eso se da por seguro, más Pablo Torre en uno de los interiores. Y en ataque será la hora de Ansu Fati de delantero centro y de Raphinha, por citar a alguien últimamente extraviado. Ha venido con jugadores del filial como Casadó, Alvaro Sanz, Alex Valle e Ilias.
Los posibles onces del Viktoria Plzen-Barça