Planchar la ropa es una de las tareas más comunes en el hogar, para la cual necesitamos que la plancha esté en condiciones si queremos que la ropa no tenga arrugas. Ahora bien, puede suceder que, debido al uso o a la acumulación de cal, la plancha tenga la base ennegrecida. Esta suciedad puede estropear la ropa, así que es importante ponerle solución cuanto antes. Por suerte, existe un truco muy simple para limpiar la plancha y que quede como nueva.
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Se trata de un remedio 100% natural con el que podemos limpiar la plancha, y lo mejor de todo es que solo necesitamos cuatro elementos básicos que seguro tenemos en casa: una pinza, un poco de vinagre de limpieza, agua, un paño de algodón y un paracetamol. Los pasos a seguir son los siguientes:
- En primer lugar, enciende la plancha y espera a que se caliente.
- A continuación, coge una pastilla de paracetamol y sujétala con una pinza para no quemarte.
- Frota la base de la plancha enérgicamente.
- Por último, una vez la plancha esté fría, limpia con un paño humedecido en una mezcla de agua y vinagre a partes iguales para retirar los restos de suciedad.
También hay otro truco casero que resulta muy útil y efectivo para dejar la plancha como nueva. En este caso, con la plancha apagada, tienes que extender pasta de dientes sobre las manchas negras de la base. Luego, enciéndela y, una vez caliente, deja que actúe durante cinco minutos. Apaga la plancha y, cuando esté fría, pasa un trapo húmedo para que la base quede impecable.
Consejos prácticos
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece una serie de consejos prácticos para que la ropa quede bien planchada y sin una sola arruga.
Para que la ropa salga de la lavadora menos arrugada y así sea más fácil plancharla, conviene lavarla a baja temperatura y no abusar del centrifugado fuerte. Una vez acabe el lavado, tiende la ropa cuanto antes estirando y sacudiendo las prendas cuando vayas a colgarlas. Las camisa y camisetas cuélgalas en perchas.
Plancha la ropa cuando todavía esté un poco húmeda porque la humedad protege los tejidos de quemaduras y se formen brillos. Si ves alguna mancha en la ropa, no la planches, ya que el calor las adhiere al tejido y se pueden hacer permanentes. Y recuerda: no planches con movimientos circulare porque la tela se puede estirar.