El misterio de los objetos voladores no identificados derribados por el Ejército de los Estados Unidos continúa sin resolverse. Las principales hipótesis sobre su origen son dos: hay quienes creen que tienen procedencia china, mientras que otros sugieren que puede ser alienígena. Para evitar cualquier tipo de malententido, la NASA y las autoridades federales han empezado a referirse a los OVNIs como FANI (Fenómenos Anómalos no Identificados, o UAP en inglés).
FANI, la nueva forma de referirse a los OVNIs
El término FANI no es completamente nuevo, ya que se empezó a utilizar en 2021. Fue entonces cuando la Agencia Nacional de Inteligencia de Estados Unidos emitió un informe en el que utilizaba la palabra FANI en lugar de OVNI. En julio de 2022 creó la bautizada como Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) para investigar fenómenos anómalos que suceden en tierra, mar, aire y espacio y que podrían suponer una «amenaza para las operaciones e instalaciones militares de Estados Unidos».
El objetivo de estas organizaciones es suprimir el término OVNI, que siempre ha estado asociado a un platillo volante de procedencia alienígena. Buscan alejarse de cualquier teoría conspiratoria y evitar entrar en suposiciones para explicar fenómenos como el de los objetos volares no identificados sobre el espacio aéreo estadounidense. Tal y como explica la NASA en un comunicado, es fundamental utilizar el lenguaje de los científicos, que son los datos.
Grupo de investigación
La NASA ha creado un equipo de expertos dedicado a investigar los Fenómenos Aéreos No identificados (FANI) para explicar los avistamientos. Se trata de una nueva investigación independiente que, en principio, durará nieve meses. Todo apunta a que servirá para sentar las bases para futuros estudios acerca de este fenómeno, y desarrollará una hoja de ruta para el análisis de datos en el futuro.
Ahora bien, para evitar elucubraciones, la NASA se basará única y exclusivamente en en datos desclasificados sobre avistamientos extraños difundidos por las autoridades oficiales.
Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington, explica lo siguiente: «Explorar lo desconocido en el espacio y en la atmósfera es la esencia de lo que somos en la NASA. La comprensión de los datos que tenemos en torno a los fenómenos aéreos no identificados es fundamental para ayudarnos a sacar conclusiones científicas sobre lo que está sucediendo en nuestros cielos. Los datos son el lenguaje de los científicos y hacen que lo inexplicable sea explicable», según recoge ‘National Geographic’.
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