Adriana Boho fue la primera influencer afrodescendiente en nuestro país. “Por suerte eso ha cambiado y ahora somos muchas más”, nos cuenta con una sonrisa de oreja a oreja. Actualmente, tiene más de 250 mil seguidores en las redes sociales donde se muestra como una acérrima activista contra el racismo. También se ha consagrado como una de las mejores estilistas de nuestro país, trabajo que compagina con su faceta de personal shopper, ‘coolhunter’ y embajadora para la inclusión Allianz.
Nacida en Guinea Ecuatorial, Adriana confiesa que tuvo “una infancia dura”. “Crecí en un entorno complicado, con pocos medios para salir adelante”, recuerda. “Mi abuela y mi madre son dos referentes para mí. Murieron cuando era muy pequeña y eso marcó mi vida pero nunca perdí sus imágenes y su perseverancia en su lucha constante. Son un ejemplo de superación”.
A los dos años de perder a su progenitora, la influencer viajó a España y vivió un choque de realidad. “Ya en el avión me sentí muy observada. Viajamos tres niños negros solos en un avión rodeados de personas blancas. En ese momento no tenía conciencia”, transmite. Su adaptación al país no fue nada fácil. “Me sorprendió el pensamiento y el comportamiento de las personas. Yo no había vivido nada parecido. En el instituto tomé conciencia de lo que era el racismo, un concepto del que yo no había oído hablar”.
Las agresiones que vivió durante su infancia marcaron la vida de Adriana para siempre. “En la adolescencia sufrí un rechazo hacia mí misma. Me decían que ser negra era malo, que mis rasgos eran negativos… Me insultaron por ello durante muchos años y al final yo no quería ser yo”, apunta . No fue hasta que fue adulta que consiguió reconciliarse consigo misma y sus orígenes. “Me di cuenta todo lo que me habían hecho detestar en realidad era lo que me hacía especial”.
Adriana se define a sí misma como una persona positiva, energética y luchadora. Precisamente fueron todas estas virtudes las que le ayudaron a convertir su pasión en su profesión. “Lo que quiero transmitir es que si yo puedo hacerlo, todo el mundo puede conseguirlo”, insiste.
Como experta en redes sociales, la comunicadora, que actualmente colabora en el programa ‘Tot es Mou’ de TV3, admite que “hay mucho odio online”. Sin embargo, su misión es aprovechar sus perfiles, que según ella “muchos consideran incómodos”, para compartir mensajes de colaboración porque “tenemos que ayudarnos”.
En su libro ‘Ponte en mi piel: Guía para combatir el racismo cotidiano’, Adriana denuncia los microrracismos a los que se ha enfrentado a lo largo de los años. “Mucha gente no se da cuenta que se convierten en agresiones e invasiones a la intimidad. Son comportamientos muy arraigados en nuestro día a día y que debemos romper con ellos”.
La televisiva se emociona al pensar en que personalidades como las hermanas Williams o Ana Peleteiro se han convertido en grandes referentes en el mundo del deporte. “Hace años era impensable. Más allá de sus logros, lo que transmiten en su vida diaria es un orgullo”, sentencia.