Carlos
Gurpegi lleva muchos años ligado al Athletic y no le faltan anécdotas con algunos compañeros de equipo como las que vivió con Aritz
Aduriz cuando vivieron juntos.
Con Aduriz, usted llegó a compartir piso.
Sí, cuando él vino al Athletic estuvimos tres meses en la residencia hasta que encontramos un piso en Mungia. Estuvimos primero con David Asensio, luego con Murillo. Adu se fue al Burgos y Valladolid y volvió a Bilbao y volvimos a vivir juntos varios meses. Le conozco desde el año 2000. ¡No ha llovido nada!
¿Ha sido siempre ese gen competitivo, ese carácter ganador?
Su carácter siempre ha sido igual y creo que le ha beneficiado mucho más que perjudicarle. Sí es cierto que en momentos puntuales le pasa factura, pero también le ha hecho ser un jugador supercompetitivo, exigente consigo mismo, exigente con los de alrededor… Eso le ha hecho ser cada vez mejor jugador, mejorar con el paso de los años.
¡Pues usted también tiene su genio! ¿Tendrían que ser tremendas sus discusiones?
Qué va, qué va (entre risas). Era una balsa de aceite. Nos compenetrábamos hasta para hacer la comida. Éramos los reyes de los espaguetis con chistorra.
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