Aritz Aduriz nunca olvida a aquellos equipos en los que ha jugado. Y no podía dejar de lado el hecho de que el Mallorca estuviera en disposición de regresar a Primera después de caer hasta Segunda B.
Así, durante la pasada semana ya envió algún mensaje de apoyo al conjunto bermellón, que necesitaba remontar ayer ante el Deportivo el resultado adverso encajado en A Coruña (2-0).
Y ayer el delantero del Athletic estuvo en el palco de Son Moix, acompañado de otro exjugador del Mallorca como el ahora rayista Mario Suárez, para presenciar en directo la que luego fue rotunda victoria del equipo de Vicente Moreno (3-0) y, por tanto, su ascenso a la máxima categoría con la celebración correspondiente.
El ariete rojiblanco se vio obligado a fichar por el cuadro bermellón en el verano de 2008, cuando el entonces presidente del Athletic, Fernando García Macua, decidió traspasarle para poder cuadrar las cuentas del club bilbaíno. La operación resultó, a la postre, un fiasco, ya que el Athletic nunca llegó a cobrar la totalidad del precio estipulado.
Al final, en noviembre de 2017, el club bilbaíno reconoció que el Mallorca había saldado su deuda que tenía pendiente. El club bermellón debía 2’5 millones de euros, pero al entrar en concurso de acreedores se hizo una ‘quita’ y quedó en 1’25. Se hizo un calendario de pagos y los baleares fueron cumpliendo. Quedaban por cobrar unos 650.000 euros y a pesar de que con el descenso a Segunda B el club balear no tenía obligación de pagar ese dinero, resolvió la situación.
En su estancia en Palma, Aduriz completó dos buenas temporadas. Disputó 78 encuentros y marcó 24 goles. Este rendimiento positivo le sirvió para dar el salto al Valencia, desde donde regresó de forma definitiva al Athletic en 2012.
Por su parte, el Mallorca pudo celebrar la circunstancia de haber vuelto a Primera tras haber encadenado sendos ascensos consecutivos desde Segunda B. Los bermellones acompañan a la máxima categoría a Osasuna y Granada.
Además de Aduriz, en las gradas de Son Moix hubo otras caras conocidas que participaron de la fiesta bermellona. Allí estuvo el tenista Rafa Nadal y su entrenador, Carlos Moyá. Y también acudieron históricos del club balear como los exporteros Dudu Aouate y Ezaki Badou.
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