Aena rebaja a 185.000 el número de empleos totales que generará la ampliación de El Prat

Pasajeros en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat.
Pasajeros en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat.Carles Ribas / EL PAÍS

El Gobierno y la Generalitat de Cataluña anunciaron el pasado lunes un proyecto de envergadura. Tras años de fricciones, las dos administraciones sumaban esfuerzos para hacer realidad la ampliación del aeropuerto de El Prat. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, sorprendió al comunicar unas cifras entusiastas: la operación requeriría de una inversión de 1.700 millones de euros. Estos millones, dijo la ministra, “se traducen en generación de empleo, concretamente en 83.000 empleos directos y también en 365.000 empleos totales”. Pero las cifras que facilita Aena a EL PAÍS matizan las anunciadas por la también ministra de Política Territorial.

El gestor aeroportuario precisa que la ampliación del aeródromo barcelonés aportaría 45.000 nuevos empleos directos. Y en total serían 185.000 puestos de trabajo, sumando además los indirectos y los que se derivan de actividades económicas vinculadas al gasto o a la labor profesional de los viajeros durante su estancia en España. Las previsiones que comunicó la ministra Rodríguez eran casi el doble porque incluían los puestos ya existentes, tanto en El Prat como los vinculados a su actividad. Consultado por este periódico, un portavoz del Ministerio de Transporte y Movilidad confirma que hubo un error en el anuncio inicial.

Todos estos números proceden de un estudio que Aena encargó a un equipo de académicos de la Universidad de Barcelona (UB) y que fue hecho público el pasado junio. Las proyecciones de generación de empleo de un aeropuerto como El Prat son impactantes, pero coinciden con las variables que se aplican en análisis similares para otros aeropuertos españoles y europeos. La portavoz de Aena indica que también se han seguido los estándares de cálculo del Consejo Internacional de Aeropuertos.

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El estudio de la UB no incluye potenciales efectos negativos en la economía por la contaminación vinculada a la actividad del aeropuerto. Según el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, si el calentamiento global se mantiene al ritmo actual, el impacto en la economía ascenderá a casi dos puntos del PIB de la Unión Europea. La ampliación del aeropuerto, que ha levantado una oposición mayoritaria de los Ayuntamientos vecinos, está pendiente de la autorización medioambiental por parte de la Comisión Europea.

El aumento de empleos directos por la actividad aeroportuaria que contempla el estudio es del 43%, de los 38.100 actuales a 54.700, por encima del 38% de incremento previsto en el número de pasajeros que podrá acoger El Prat: de los 52 millones de 2019 a los 72 millones de capacidad total con la pista ampliada y la nueva terminal satélite en funcionamiento. Jordi Suriñach, catedrático de economía aplicada de UB y coordinador del informe, resume que los puestos laborales derivados de la actividad aeroportuaria son puestos en aerolíneas, de atención a pasajeros, de comercios en las terminales, de servicios de limpieza, de seguridad o de transporte de equipaje y mercancías. Según los datos del estudio de 2018, el 48% de los empleos directos de El Prat —la principal partida— eran de compañías que aportan servicios a las aerolíneas, desde el catering de los aviones, el combustible, la limpieza de las naves o la seguridad.

Un parque empresarial

Lo que hace que el número de trabajos directos pueda dispararse hasta los 83.000 son los empleos que se crearían en un nuevo parque empresarial y logístico que incluye la expansión de El Prat. Los empleos directos que generaría este parque empresarial y comercial superan los 28.300. Este nuevo espacio, según el documento de la UB, acogería sociedades de comercio online, de ingeniería digital y aeronáutica, de servicios de información y un centro comercial. A esto hay que sumar los cerca de 2.000 empleos directos que durante diez años estarían dedicados a la construcción de todo el proyecto.

El informe encargado por Aena subraya que la generación de empleo más allá de los puestos directos y de los que están en el área de influencia del Prat es “difícilmente cuantificable”. Estos, además de la actividad que genera el turismo, derivan del gasto que realizan los pasajeros durante su viaje, pero también de la actividad empresarial vinculada a su actividad profesional. Alfredo Pastor, profesor de la escuela de negocios Iese y ex secretario de Estado de Economía, se muestra escéptico: “No es serio dar a entender que si no se amplía el aeropuerto se perderán 150.000 empleos. Además, ¿qué tipo de empleos? ¿De qué valor añadido? Los servicios a compañías aéreas son básicamente los mismos empleos que los que trabajan para los cruceros de turistas”. Pastor también es crítico con el parque empresarial proyectado: “Si hay algo disponible en Barcelona son metros cuadrados de oficinas”.

Las cifras que aporta el estudio elevarían el peso de El Prat en el PIB de Cataluña del 6,8% al 8,9%. Los empleos que en total podrían surgir de la explotación de El Prat ampliado serían más de 450.000, de los cuales, un 80% estarían en Cataluña —los 365.000 que citó Rodríguez— y un 20% en el resto de España. Respecto a las cifras previas a la pandemia, según el equipo de Suriñach, esto supondría un 69% más. Igual de impactantes son los incrementos en los ingresos fiscales para el Estado que aportaría la ampliación del aeropuerto, sobre todo gracias a la recaudación del IVA: de 7.500 millones en 2018 a 12.900 millones de euros, un 72% más.

El plan de ampliación que anunció el Gobierno introduce además la conexión mediante alta velocidad ferroviaria de Barcelona con los aeropuertos de Reus y Girona. El informe del impacto económico, según apunta Suriñach, no ha tenido en cuenta la repercusión que pueden suponer las nuevas inversiones en los aeródromos de estas dos ciudades.


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