El fútbol femenino llevaba muchos años luchando por tener unas condiciones dignas para sus futbolistas. Hace varias semanas se alcanzó un acuerdo para la firma del convenio colectivo y, casi acto seguido, la competición se detuvo. El impacto económico llega a la Primera Iberdrola. ¿Existe el temor de una ola de ERTES? “En nuestra liga hay dos equipos afectados, pero afecta a la sociedad, no es algo solo del fútbol femenino”, manifestó Ainhoa Moraza en la rueda de prensa virtual a la que se ha sometido en los canales oficiales del Athletic. La rojiblanca también quiso “mandar un saludo a todas las personas que lo están sufriendo” en sus carnes.
Desde un punto de vista deportivo, “no es una situación fácil” porque llevan prácticamente un mes sin ejercitarse en Lezama. “Hacerlo en casa es aún más difícil, pero hay que tomárselo de la mejor manera, no queda otra”, afirmó la donostiarra. Siempre con el objetivo de “trabajar al máximo para llegar de la mejor manera posible” al momento en el que vuelva a rodar el esférico.
Moraza saca una conclusión positiva del confinamiento: “Es una situación para conocerte a ti misma, qué es lo que te gusta, en qué ocuparías las horas muertas. Yo me estoy conociendo un poco, antes me costaba mucho ponerme a leer, le estoy dando tiempo a la cocina…”. En el otro lado de la balanza figura lo de entrenar sola. “Me cuesta un poco más”, reconoció. Sin embargo, las jugadoras mantiene el contacto a través de “entrenamientos por videollamada con el preparador físico, así es más ameno”.
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