Los talibán aseguraron que el gobierno anunciado el martes es “temporal” y busca evitar la “anarquía”, anticipando una “segunda etapa” en la que, según el principal portavoz insurgente, sí habrá mujeres.
El gabinete en cuestión tiene al frente al mulá Mohammad Hasán Ajund y como ‘número dos’ a quien está considerado el principal responsable político del grupo, el mulá Abdul Ghani Baradar. De la lista de ministros quedaron fuera minorías como los hazaras, históricamente perseguida, y tampoco hay ninguna mujer.
“Este Gobierno es temporal”, explicó el portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, en declaraciones a la cadena francesa BFMTV. Exautoridades del régimen depuesto en 2001 vaticinaron a la agencia Jaama Press que el actual gabinete durará alrededor de seis meses, algo que los talibán no han dicho de forma oficial.
Muyahid salió de esta forma al paso de quienes critican que los 33 miembros del gabinete sean hombres, algo que incluso motivó manifestaciones dentro de Afganistán, algunas de ellas protagonizadas por mujeres que reivindican su sitio y sus libertades en el nuevo escenario político.
“Tendremos puestos para las mujeres”, dijo el portavoz, anticipando que podrán integrarse en el Gobierno en una “segunda etapa” aún en el aire. No obstante, dejó claro que será “con respeto a la ley de la ‘sharia’”, una línea roja que los talibán esgrimen cada vez que aluden a avances en materia de igualdad de género.
Muyahid prometió un régimen diferente al que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001, también con vistas a “establecer relaciones diplomáticas”. Por este motivo, instó a los distintos países a “reconocer el Gobierno de los talibán” y reabrir sus embajadas en Kabul, desiertas en su mayoría desde la toma de la ciudad el 15 de agosto.
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Uno de los nombres que más polémica ha generado por su incorporación al gabinete es el de Sirajuddin Haqqani, líder de la Red Haqqani y nuevo ministro de Interior. Figura en la lista negra por terrorismo de Estados Unidos y el FBI ofrece por su captura una recompensa de diez millones de dólares.
Los talibán lamentaron en un comunicado que Estados Unidos siga señalando a algunos miembros del actual Gobierno, porque lo considera “una clara violación” de los acuerdos suscritos en Doha. “No beneficia ni a Estados Unidos ni a Afganistán”, ha esgrimido el grupo en un comunicado.
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En este sentido, recordó que la familia Haqqani ya participó indirectamente en las negociaciones con la Administración de Donald Trump, que a la postre derivarían en el repliegue militar definitivo, y reclamó una revisión de las listas de sanciones tanto de Estados Unidos como de la ONU.
(Con información de Europa Press)
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