Julen Agirrezabala ha cubierto con nota alta la ausencia de Unai Simón. El guipuzcoano ya había rendido a un gran nivel en los partidos de Copa, ‘su’ competición, y también lo ha hecho en los de Liga. El joven de 22 años supo estar a la altura en su primer compromiso del torneo de la regularidad, ante el Atlético en el Metropolitado, realizando dos grandes intervenciones ante el belga Yannick Carrasco, especialmente en un mano a mano en la primera mitad. En la segunda parte ante el Girona, cuando tuvo que sustituir al de Murgia, realizó uno de los paradones ante Rodrigo Riquelme y en Vallecas también se volvió a lucir con una gran parada a un balón desviado por Raúl de Tomás y en un segundo disparo del delantero procedente del Espanyol.
Frente al Barça en San Mamés no tuvo excesivo trabajo pero evitó males mayores en momentos concretos del partido aunque finalmente acabó valiendo el 0-1 marcado por Raphinha sin que nadie encuentro todavía una explicación lógica al gol anulado a Iñaki Williams que hubiera rescatado un punto con todo merecimiento.
El joven de 22 años, concentrado ahora con la selección Sub-21 dirigida por Santi Denia, tuvo una noche plácida en Valladolid, pero también apareció cuando fue necesario y la duda es si sigue bajo palos el 1 de abril ante el Getafe o regresa Simón. Lo que sí parece seguro es que tres días después defenderá el arco rojiblanco en la vuelta de la semifinal de Copa frente a Osasuna, el encuentro más importante de la temporada hasta el momento.