“Yo veo materia prima. Veo material, ganas. Entrenamos muy bien, con mucho entusiasmo y muchas ganas. Yo les dije, “cabrones parecen que van líderes”. Qué calidad, qué cosa, qué bonito entrenamiento me regalaron”. Son palabras de Javier Aguirre, después de su primera sesión de trabajo al mando del Leganés, a principios de noviembre. El mexicano aterrizó en Butarque con el equipo colista, con solo 5 puntos sumados en 12 jornadas, a 6 de los puestos de salvación. Se convertía en el tercer técnico del conjunto ‘pepinero’ en menos de tres meses de curso, después de
Mauricio Pellegrino, que duró nueve partidos, sin conseguir una sola victoria, y el interino Luis Cembranos, que estuvo en el banquillo un par de semanas.
Lo que parecía casi misión imposible o un acto de fe, salvar al Leganés, hoy ya se ve más que posible. Y es que con Aguirre, el conjunto madrileño ha conseguido reengancharse al sueño de permanecer en Primera. 8 puntos sumados en los seis partidos con ‘El Vasco’ en el banquillo, con dos victorias, contra dos rivales directos como el Celta (3-2) y el Espanyol (2-0)
y dos empates, en Vitoria (1-1) y San Sebastián (1-1), han permitido al ‘Lega’ abandonar el farolillo rojo y estar a solo 2 puntos ya de las plazas de permanencia. Incluso en las dos únicas derrotas desde su llegada, los ‘pepineros’ estuvieron
cerca de dar la sorpresa contra el Barça (1-2) y el Sevilla (1-0). Con un punto de suerte además, también pasaron ronda en la copa contra el Andorra en los penaltis.
Osasuna, Zaragoza, Espanyol…
La reacción experimentada por el Leganés con Aguirre, aunque sigue en descenso y queda toda una segunda vuelta por disputarse más todavía una jornada de la primera, no hace más que reforzar la fama que siempre ha caracterizado al mexicano de técnico experto en salvar a equipos del descenso. Su trayectoria en la LaLiga, así lo demuestra. Con Osasuna, su primer equipo en España y donde ya había militado en su etapa como jugador, no solo consiguió siempre el objetivo de la salvación en las cuatro temporadas en que estuvo, sino que incluso lo l
legó a disputar
una final de Copa del Rey, a jugar la UEFA e igualar en el 2006 la mejor clasificación histórico del club, una cuarta posición, que le valió para entrenar el curso siguiente al Atlético.
Unos años más tarde, la temporada 2010/11, rescató al Zaragoza de un descenso casi irremediable, cogiendo al equipo último tras once jornadas y salvándolo en el último duelo del campeonato, contra el Levante, en el famoso partido investigado por presuntos amaños, cuyo juicio se resolvió hace solo dos semanas, quedando todos los jugadores y técnicos absueltos. Con el Espanyol, la temporada 2012/13, también se hizo cargo del equipo siendo colista y logró la permanencia a seis jornadas del final. Mucho antes, en sus inicios como entrenador en México en la década de los noventa, también consiguió salvar al Atlante y al Pachuca en situaciones de apuro. En Leganés esperan ser los siguientes en añadirse a la lista.
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