No es que quiera centrar toda la presión en el delantero navarro, ni mucho menos. Pero es al jugador que le toca en el serial de cada jueves en estas líneas. Aunque algo más se le debe exigir a Berenguer, sin duda.
A Berenguer y al resto del equipo. Las críticas del Camp Nou se han centrado, y con razón, en Yuri Berchiche. Sufrió y mucho ante Dembèlè y Sergi Roberto. Para mí es más responsabilidad del entrenador que del jugador, todo sea dicho de paso. Creo que no es partido para rodar a un jugador.
Poca ayuda defensiva tuvo el de Zarautz en el navarro. En fin. Ya es jueves y las heridas del Camp Nou deben estar cerradas. O al menos deberían cerrarse ante el Villarreal. No estaría mal.
Berenguer fue el mejor en el arranque de temporada. No solo porque marcó el primer gol ante el Valencia, sino porque se le veía con una chispa distinta al resto. Fueron en las primeras jornadas. Y eso que se tuvo, y aún sigue, amoldando a jugar en la banda izquierda. Con Garitano ya le tocó desenvolverse en esa posición. Marcelino, en cambio, le reubicó en el costado derecho. Ya en el primer amistoso de pretemporada con Valverde se situó en el flanco zurdo del ataque y alternó con criterio los movimientos con Muniain, que partió desde el centro.
El de Barañain no ha ocultado que se siente más “cómodo” jugando por la izquierda y recordaba que “desde pequeño” siempre ha jugado «a pie cambiado». Sin embargo, asume que no tiene ningún problema en jugar por carril.
Marcelino también le utilizó en posiciones más centradas y hasta en la punta de ataque para intentar sacar provecho de su talento ofensivo. A mí, me parece una interesante opción, pero claro, en un esquema de 4-4-2. En el dibujo táctico de Valverde no le veo como delantero centro en solitario.
Borrón y cuenta nueva
Berenguer fue el máximo goleador del equipo hace dos temporadas. El año pasado le costó, y mucho, ver puerta. Hasta él mismo reconoció sentir cierto bloqueo de cara a puerta. Lo dijo en pretemporada: “Tuve tres o cuatro meses en los me obsesioné con el gol. Luego recapacité. Hice borrón y cuenta nueva, empecé de cero y me fue bien”.
Fueron 3 goles en 34 partidos de Liga, en casi 2200 minutos, demasiado poco, creo yo, en comparación con las expectativas levantadas. Lo tiene claro el navarro. No piensa volver atrás, perderse en las malas rachas y fijarse metas que le hagan desviarse del camino. Veremos en qué quedan las cifras goleadoras de Berenguer.
Yo tengo claro que debe ser un jugador diferencial en ese aspecto, tanto a la hora de marcar como de asistir. La apuesta por él fue clara, la confianza que Valverde tiene en él también y dispone calidad para demostrarlo.
El agur de Emery
Todavía alucinando con lo ocurrido con Emery esta semana. Para mí, más allá de ofertas irrechazables, no deja en buen lugar su compromiso. Entiendo que te puedas dejar llevar por la oferta de un club o de una selección importante, de un tren que tal vez nunca va más vaya a pasar. ¡Pero, con todo el respeto, por el Aston Villa! No lo acabo de comprender, la verdad. Es una situación, la de este cambio de entrenador, que el Athletic tal vez pueda sacar provecho el domingo.
Y, por cierto, muy de Ricardo de Burgos Bengoetxea, siempre, y tras lo ocurrido el otro día en la expulsión de Baena, más. Hizo su labor. Un profesional, y eso, cualquiera, no lo puede decir. Y es que no será cosa del otro jueves.