Ahorra tiempo y esfuerzo limpiando el extractor con este truco

Limpiar la cocina es relativamente sencillo, pero hay una tarea que a todos nos cuesta muchísimo: limpiar el extractor. Normalmente, nos encontramos con dos problemas: es poco accesible y, además, no sabemos cómo hay que limpiarlo para quitar toda la grasa y suciedad acumuladas. Por suerte, existe un truco muy sencillo para limpiar el extractor y dejarlo como nuevo. ¡Solo necesitamos bicarbonato de sodio!

El mejor truco para limpiar el extractor

El truco es tan fácil que podemos ponerlo en práctica cada dos semanas para que el extractor siempre esté limpio y absorba todos los vapores y olores como es debido.

Lo único que tenemos que hacer es poner una cacerola con agua y bicarbonato de sodio a fuego medio. Una vez llegue a su punto de ebullición, encendemos el extractor. El vapor de la mezcla llegará a los rincones más inaccesibles del extractor, ¡sin que nosotros tengamos que hacer nada!

Tenemos que dejar la cacerola al fuego una hora aproximadamente para que el bicarbonato haga su función. Como por arte de magia, la suciedad poco a poco se irá desincrustando del extractor y cayendo en forma de gotas de grasa. Tenemos que estar pendientes ya que si la mezcla se va consumiendo, debemos rellenar la cacerola con más agua y bicarbonato.

Una vez haya pasado una hora, retiramos la cacerola y apagamos el fuego. Luego, con ayuda de una bayeta retiramos los excesos de grasa que hayan caído del extractor. Para que quede impecable, es recomendamos utilizar un quitagrasas para la parte exterior del extractor.

Consejos de uso

Es conveniente encender el extractor cinco minutos antes de empezar la cocción. Una vez terminemos de cocinar, reducimos la velocidad al mínimo, y dejamos funcionar durante 15 minutos más, hasta que el aire esté completamente limpio.

Mientras cocinamos, resulta tentador abrir la ventana, sobre todo durante los meses de verano, pero debemos evitarlo. Y es que, si abrimos la ventana, se interrumpirá la circulación del aire alrededor de la campana, impidiendo la creación de la depresión necesaria para extraer el humo, el vapor y los olores.

En lo que respecta a la velocidad del extractor, si lo ponemos en funcionamiento a velocidad máxima, gasta 1,5 veces más de energía que con la velocidad mínima. Por lo tanto, únicamente debemos ponerlo a velocidad máxima si cocinamos algo que produzca muchos olores y humo, como por ejemplo las sardinas.

Ahora ya conocemos cómo hacer un buen uso del extractor de la cocina y cómo limpiarlo para que esté impecable.


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