Hay futbolistas que pasan lustros llorando la ausencia de sus padres y pasando frío en el inhóspito Zubieta en invierno para poder jugar un día como lo hizo Aihen Muñoz en Old Trafford. A sus 25 años, gozó de su día de gloria en la Real. La final de Copa emborrachó de euforia a todos, pero él no participó. Le quedaba encontrar un escenario para coronarse y eligió uno de los más míticos del mundo: Old Trafford, el ‘Teatro de los Sueños’, que desde ayer es el ‘Teatro de los caños’, porque el que le hizo a Casemiro el lateral de Etxauri fue antológico: pisando el cuero de espaldas para hacerlo pasar por el túnel de sus piernas. Una imagen ‘viral’ de manual.
Pero la noche de Aihen fue mucho más allá. El canterano, al estilo de Rosalía, decidió que esta noche se salía y salió ‘despechao’, ‘alocao’, con un ‘flow’ nuevo y salió de Old Trafford con el triunfo ‘coronao’. Y además se movió ‘de lao a lao y otro lao’ para originar un cortocircuito en la zaga del Manchester, que le veían llegar pegado a la línea de cal y con conducciones hacia dentro.
Consiguió frenar a un Antony muy abierto en la izquierda con mucha concentración y convicción para ir a detenerle incluso más allá de la línea medular. Midió los tiempos para que le gambeteara y lo logró.
Además, Aihen fue de los realistas que más enteros acabó el encuentro en el capítulo físico pese a la constante repetición de esfuerzos durante 93 minutos. Llegó a taponar casi de forma heroica un centro con aroma a letal desde la derecha para enviar a córner en los compases finales.
“Ha sido una pasada conseguir los 3 puntos y sobre todo por cómo lo hemos hecho”. Los ojos le brillaban. Se había coronado