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Ainhoa Tirapu explica por qué las futbolistas van a la huelga


Ainhoa Tirapu fue la encargada de confirmar el martes que las futbolistas de Primera habían decidido ir a la huelga. La reiterada falta de acuerdo en la negociación entre clubes y sindicatos por el primer convenio colectivo para las jugadoras ha originado que hayan optado por parar la competición como medida de presión.



“Nosotras hemos rebajado algunas de las líneas rojas y, aun así, no se ha llegado a un acuerdo. Por eso entendemos que nuestro siguiente paso es este”, asegura la guardameta del Athletic y vicepresidenta del Comité de Fútbol Femenino de AFE en una entrevista a EFE.

Ainhoa revela que “no es oro todo lo que reluce” alrededor del fútbol femenino español en cuanto a los derechos de las protagonistas, repara en la importancia de la cotización y subraya que en la negociación ellas no están pidiendo “mucho más que el salario mínimo interprofesional”.

“Somos conscientes de que hay clubes que no pueden llegar a donde pueden llegar otros por la estructura que tienen detrás. Tampoco queremos dinamitar el fútbol femenino, pero tampoco queremos que se enriquezcan a nuestra costa únicamente. Las jugadoras somos las protagonistas y creemos que merecemos mucho más”, afirma.

La arquera rojiblanca reconoce que no fue fácil tener que comunicar que iban a la huelga: “Para mí es duro. A mí me hubiera gustado en un par de negociaciones o tres haber llegado a un acuerdo porque creo que lo que estamos pidiendo son unos derechos mínimos como trabajadoras. Es duro llegar a esta situación. Está claro que hay mil situaciones diversas, pero lo que nos unía en este camino era considerar las condiciones mínimas que toda jugadora de Primera División debe tener y por eso hemos luchado. Hemos marcado algunas líneas rojas y hemos rebajado algunas de esas líneas rojas. Aún así, no se ha llegado a un acuerdo. Por eso entendemos que nuestro siguiente paso es este”.

Hay gente que salarialmente no está tan mal, pero en cuanto a derechos sí porque no es oro todo lo que reluce

Ainhoa recuerda cómo se ha llegado a esta situación: “Esto comenzó antes incluso de las negociaciones. Estuvimos desde junio de 2018 pidiendo reuniones y no se daban. Se alargó a final de temporada, luego quedó para la siguiente temporada. Empezó todo como dando largas y eso, sumado a 18 reuniones en las que no se ha llegado a un acuerdo, cansa un poco. Sobre todo, viendo que antes se regalaban los derechos de imagen y ahora se venden, que cada vez hay más patrocinadores, que cada vez son más los equipos que tienen más ingresos por el fútbol femenino y que nosotras seguimos en la misma situación”.

Y recalca los problemas que les han llevado a esta situación: “Es verdad que hay gente que ha mejorado mucho sus condiciones, pero hay otra gente que no. Hay gente que salarialmente no está tan mal, pero en cuanto a derechos sí porque no es oro todo lo que reluce: el hecho de no cobrar el cien por cien de la baja cuando te lesionas, el hecho de no tener protección en torno al embarazo… Así mil historias. Y la cotización, que parece que no es importante, pero que implica muchas cosas. La vida laboral de una persona es importante porque cuando te haces mayor lo echas de menos. Al igual que cuando echas un año entero jugando al fútbol y crees que vas a tener paro, pero cuando dejas de jugar en junio te dicen: ‘no tienes derecho a paro, no has cotizado lo suficiente’. Esas situaciones se dan”.

No entiendo que digan que es inviable. No estamos pidiendo mucho más que el salario mínimo interprofesional

La futbolista del Athletic y portavoz del colectivo femenino de jugadoras explica por qué se han plantado ahora: “Tenemos que protegernos, sobre todo, ahora que parece que la ola es muy grande. Si no establecemos una base a partir de la que seguir creciendo, la ola se va a parar y seguramente vaya hacia abajo. Para subir al tercer piso necesitas poner el escalón del primero y para mí este convenio es el escalón del primero. Es un convenio de mínimos. A partir de ahí, seguiremos creciendo. No entiendo que digan que es inviable. No estamos pidiendo mucho más que el salario mínimo interprofesional. No estamos pidiendo nada que no tenga un trabajador por cuenta ajena a día de hoy en el país. No es una petición desorbitada. La que menos cobre, con un 75 por ciento de jornada y un salario mínimo de 16.000 euros, cobraría 12.000. El salario mínimo interprofesional a jornada completa son 12.600 euros. No hay tanta diferencia. Somos conscientes de que hay clubes que no pueden llegar a donde pueden llegar otros por la estructura que tienen detrás. Tampoco queremos dinamitar el fútbol femenino, pero tampoco queremos que se enriquezcan a nuestra costa únicamente. Las jugadoras somos las protagonistas y creemos que merecemos mucho más”.

Ainhoa reconoce que hay “bastantes” diferencias entre las jugadoras de la categoría, “pero no nos fijamos tanto en las que están arriba. Yo no voy a pedir en un convenio colectivo lo que tiene el mejor equipo de la liga. Voy a pedir lo que creo que es lo mínimo para todas y eso es lo que estamos pidiendo a nivel colectivo las jugadoras. Somos un equipo, todas somos jugadoras y todas juntas estamos peleando por nuestros derechos”.

Los clubes dicen que es inviable lo que pedimos, porque el 75 por ciento de la jornada implicaría también la actualización del salario de las jugadoras que están por encima del convenio

La jugadora navarra se queja del mensaje que les han trasladado los clubes durante la negociación: “Ellos dicen que es inviable lo que pedimos, porque el 75 por ciento de la jornada implicaría también la actualización del salario de las jugadoras que están por encima del convenio. Ni yo ni mis compañeras miramos el dinero cuando pedimos un 75 por ciento de jornada. Miramos las horas de cotización y lo que eso va a implicar cuando me retire o cuando tenga una incapacidad. Hay gente que se ha retirado por una incapacidad y cuando tú no estás cotizando o cuando estás cotizando muy poquito esa incapacidad se ve muy mermada. No es justo que sufras una lesión grave, que no te permita seguir desarrollando tu trabajo, y encima te quedes con una mano delante y otra mano detrás. Hay muchas cosas asociadas a la cotización que no vemos. Son cosas que no creemos que sean un esfuerzo de la leche sino los mínimos que creemos necesarios para jugar en Primera División”.

Como cierre de la conversación, Ainhoa recuerda cómo inició su actividad futbolística, ahora que puede considerarse profesional: “Empecé a jugar al fútbol porque me gustaba. Jamás pensé que llegaría a ser profesional. A día de hoy lo soy, yo puedo vivir día a día de mi trabajo y tengo una jornada completa. Pero aquí estamos por otra cosa distinta: por lo que creemos que tiene que ser lo mínimo para todas. Que yo esté en buenas condiciones no implica que no crea que la jugadora de otro equipo necesite mejorar sus condiciones. Y lo bueno que tiene esta asamblea es que nos hemos unido todas para luchar por lo que creemos que es lo mínimo necesario para todas. Habrá gente por debajo de ese mínimo y gente por encima de ese mínimo. Todas juntas hemos peleado por ello. Yo soy futbolista porque me gusta y disfruto de ello. Si no hubiese mejorado tanto el fútbol femenino me hubiese tenido que retirar ya por temas laborales o por otros asuntos. Me gustaría que lo que yo he podido vivir en estos pocos últimos años, más lo que está por venir, sea como poco lo que disfruten las demás desde el inicio”.


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