El FC Barcelona sigue intratable en Europa y gran parte de la culpa la tiene Aitana Bonmatí. La ’14’ azulgrana, culé de cuna y con un talento innato, ha tomado las riendas del equipo esta temporada y a base de exhibiciones individuales ha guiado al equipo a la final de la Champions. El curso arrancó con un contratiempo importante para el equipo. Alexia Putellas se rompió los cruzados en verano y se iba a perder prácticamente toda la temporada. El club fichó a Walsh para reforzar el centro del campo, pero la sustituta de Alexia en su máximo exponente la tenía en casa, en casa desde hace años. Aitana Bonmatí, ensombrecida injustamente hasta entonces a nivel mediático por la magnitud de la figura de Alexia, dio un paso adelante y tomó las riendas del equipo dentro y fuera del campo.
Convirtió la excelencia que había venido demostrando hasta la fecha en cum laude partido tras partido, gracias también a un nuevo rol sobre el césped que le ha permitido sacar a relucir su repertorio de asistencias y goles. “El año pasado ocupaba una de las dos posiciones de la parte baja del cuadrado del medio campo. Ahora estoy en la zona más adelantada y me permite llegar más”, explicaba recientemente la propia Aitana.
Los números hablan por sí solos
Aitana es la máxima asistente de la Champions (7) y la segunda máxima goleadora, empatada a otras cuatro futbolistas con cinco dianas. Si le sumamos el resto de competiciones, los tantos ascienden a 17 y las asistencias a 19. Nada más y nada menos que 36 goles con sello Aitana en el actual curso azulgrana.
De MVP en MVP
Contra el Chelsea volvió a llevarse el premio MVP a mejor jugadora del partido y tiene siete ya en las vitrinas de su casa. Esta temporada atesora cinco (Rosengard, Bayern, Benfica, Rosengard y Chelsea) mientras que antes lo había sido en la final de Göteborg y en la famosa semifinal ante el Wolfsburgo en el Camp Nou.