Maestro entre maestros. Todos los jugadores hablan alabanzas de quién lo ha ganado prácticamente todo y, a sus 75 años, todavía no se ha cansado del baloncesto. Aíto García Reneses (Madrid, 1946) tiene claro que, más allá de la victoria, lo fundamental es jugar bien y mejorar. El entrenador reflexiona sobre su regreso a la ACB, la pretemporada del Girona y el futuro del baloncesto.
¿No se ha cansado del baloncesto?
No. Si me hubiera cansado seguiría haciendo años sabáticos. Tienes que tener en cuenta que a ti todavía no te ha dado tiempo, pero yo ya me he jubilado tres o cuatro veces: primero al cumplir los 65, luego tras entrenar en Canarias y tras entrenar al Berlín. Veremos qué pasa ahora.
La sensación alrededor de su figura es muy grande, parece que deba ganar un título nada más llegar o separar las aguas del Mar Egeo… ¿Siente la presión?
La presión siempre ha existido. Está claro que antiguamente la presión podía ser mayor porque noto que en un momento tenía una presión muy grande, pero también noté en su momento el apoyo del club. Luego los hechos a lo largo de los años demuestran que la presión no era tal. Externamente, lo que antes era una presión negativa ahora a lo mejor es excesivamente positiva, pero hay que aprender a aislarse e ignorar lo que sucede fuera.
¿Cómo ha visto la pretemporada del equipo?
Por una parte con ilusión y por otra con dificultades por las lesiones y porque había jugadores concentrados con sus selecciones. Todo ello ha hecho un poco más difícil tener una pretemporada normal con el equipo.
¿Cree que este equipo puede colocarse en la Copa del Rey y ser de los ocho mejores de la liga?
No tengo ni idea. Ni me importa mucho. Lo que sí que me preocupa es que cada día y cada semana seamos mejores. Esa debe ser nuestra obsesión.
¿Se está perdiendo el juego en equipo?
No. Pero en algunos casos sí. Antiguamente, nuestro juego estaba muy lejos del de Estados Unidos y nos fijábamos mucho en los equipos universitarios. Luego nuestro espejo era la NBA. Ahora ya no es la NBA porque muchos han convertido esto en: uno contra uno, o vamos andando… El marketing es mejor, pero no el estilo. El ritmo de los partidos no es el mismo. Mientras que en Europa todavía lo mantenemos y podemos recuperar un baloncesto más espectacular con dinamismo, por ejemplo, con poder sacar desde fondo sin que la toque el árbitro. También podemos recuperar el juego interior, que lo hemos perdido. Parece que todo deba ser uno contra uno y triple… A mí me gustaría que el juego fuese cada vez mejor.
¿Cree que el baloncesto de futuro tendrá más número de jugadores y más terreno de juego?
Sin duda. Eso sería positivo. Antes no había tanto movimiento defensivo y los jugadores eran más pequeñitos. Ahora son más altos, rápidos y atléticos. El campo se queda estrecho para hacer juego interior porque llegan en un plis-plás a posiciones de dentro y ayudas a fuera. Una cosa unánime es que el campo tiene que ser más ancho para que las ayudas no lleguen tan fácil y podamos completar con el juego interior.
¿Cree que las figuras del baloncesto masculino pueden ayudar a visibilizar el baloncesto femenino? ¿Qué cree que falta para que la liga femenina tenga más medios?
Creo que sí. El contacto, aunque solo sea visual, ya es positivo. Luego probablemente lo que necesita el baloncesto femenino es lo que en su momento tuvo el baloncesto masculino con la ACB. Es decir, las chicas van mejorando, pero la mayoría cuando tiene cierto nivel se marcha a Estados Unidos o Europa porque aquí no ha pasado lo mismo que pasó con la ACB, que es crear una ilusión colectiva y con unas condiciones, entre sponsors y calidad de la liga, para ser mejor. Y eso no es fácil. Pero desde el punto de vista de espíritu están en buen camino. Aunque el boom del baloncesto masculino también coincidió en un momento que hubo un bajón del fútbol y el baloncesto ganó mucho terreno. Creo que también deben coincidir algunos factores para que las estructuras del baloncesto femenino sean mejores.
¿Cree que usted se va a retirar alguna vez?
(Ríe). Bueno, cuando me muera me retiro seguro.