Ocho jornadas y demasiadas sensaciones, buenas y malas. Arrancamos el curso con una racha maravillosa y una media inglesa que nos tenía a todos más que contentos. El equipo, serio atrás y con lo justo arriba para sacar los encuentros adelante, nos mandaba el mensaje que todos queríamos escuchar. Un grupo sólido, con las ideas claras, encajando muy pocos goles y con el suficiente empuje para ir arriba a por el rival. Este guion, perfecto, no podía durar mucho y las jornadas así lo han dispuesto.
Dos derrotas seguidas han sembrado de dudas el ambiente y la caza y captura de culpables va desde el cuerpo técnico hasta el último de los jugadores
Dos derrotas seguidas han sembrado de dudas el ambiente y la caza y captura de culpables va desde el cuerpo técnico hasta el último de los jugadores. Esto no es algo distinto a otras plazas. Hay veces que es difícil de adivinar en qué somos distintos al resto. Esto no va solo por los aficionados, va por absolutamente todos, jugadores incluidos. Me cansa el discurso de “somos un grupo magnífico, muy comprometido”, normal. La profesionalidad lleva implícita todas esas cosas y muchas más. Es muy cansino escuchar este tipo de afirmaciones cuando lo que hay que hacer es demostrar eso en el campo. En el despacho y a la hora de pedir un buen contrato lo del amor a los colores desaparece, nadie perdona un euro. No lo censuro, cada uno está en su derecho, pero que no me enseñe ninguno qué es querer mucho o poco al Athletic.
Volviendo al fútbol, el equipo necesita un giro en su forma de actuar. Debe recuperar lo bueno de las primeras fechas y crecer en aquello que no salió tan bien. Es evidente que el protagonismo de algunos de los habituales ha caído y aquellos que han tenido oportunidad y no la han aprovechado deben hacer lectura de ello. Para Garitano debe ser un reseteo total. Volver a revisar sus onces y encontrar el que mejor se adecúe a su propuesta. Lo que mejor ha funcionado es la defensa en todas sus versiones y lo que menos, la parte de medio campo para arriba, la creación. Distinguiendo el medio centro a partir de Dani y las bandas. Del tema de arriba podríamos hablar largo y tendido, pero ese dato que dice que Williams y Muniain en 700 minutos fuera han disparado una vez a gol es tremendo. Siempre habrá quien defienda que no llegan balones y así es imposible.
Las dudas ahora mismo están en si el técnico va a seguir dando confianza a los mismos o les va a pasar por el banquillo
Las dudas ahora mismo están en si el técnico va a seguir dando confianza a los mismos o les va a pasar por el banquillo. Es verdad que se juega en San Mamés, lugar donde mejor lo ha hecho el equipo. Lo que está claro es que contra el Valladolid no se puede fallar, ese es un lujo que este equipo no se puede permitir.
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