Un anillo grande, tremendo. Colosal. Así planteó el joyero Arasheben, de la cada Jason de Beverly Hills, los nuevos anillos de campeones de la NBA de los Golden State Warriors. Cuando los jugadores de la bahía se clasificaron para las Finales del curso pasado, dice el artista que empezó a recibir mensajes sencillos pero presuntuosos. “Asegúrate de volverte loco con el anillo”, le dijo uno de los futuros campeones. “Qué sea lo nunca visto”, le insistió otro.
Dicho y hecho: oro de 16 quilates para reflejar los 16 triunfos en los playoffs y diamantes blancos de 0,91 quilates para homenajear el porcentaje del 91% de victorias del equipo durante la postemporada. Es solo el inicio.
La forma no es casualidad: se parece al Chase Center visto desde el exterior. De hecho, una de las caras es una ventana donde puede verse dentro del nuevo pabellón de la franquicia. El elemento más especial del anillo es que se abre y desvela un secreto según el recipiente.
Cada jugador ve, en primer lugar, su número en el exterior acompañado de 43 baguetes de diamantes que simbolizan los 43 puntos de Stephen Curry en el cuarto partido de las Finales. Dentro está la sorpresa: el puente de la Bahía de San Francisco muestra uno, dos, tres o cuatro anillos según la persona que lo recibe.
Stephen Curry muestra su anillo durante la ceremonia
Uno de los lados muestra el apellido del jugador, y otro muestra el balance de las eliminatorias ganados. El último liberado muestra los siete Larry O’Brien levantados por la organización con un detalle que pasó mayormente desapercibido. En el fondo se puede ver una reproducción del parquet del TD Garden, donde Golden State cerró el cuarto título de su actual era dorada.