El Atlético de Madrid cerró de la peor forma posible la primera parte de la temporada, con una nueva derrota, ésta en Son Moix ante el Real Mallorca. El equipo de Diego Pablo Simeone tendrá que esperar a la vuelta del parón del Mundial para enmendar una situación preocupante.
El equipo colchonero se marcha de vacaciones ligueras (aún resta el partido de Copa del Rey de este sábado, ante el Almazán), fuera de los puestos de Liga de Campeones. La escuadra rojiblanca suma ahora mismo 24 puntos, es sexto, empatado con Athletic (4º) y Betis (5º). En este caso, a igualdad de puntos, hasta que se juegue la segunda vuelta y se vuelva a medir a estos dos equipos, primera el ‘goal-average’ general. Y ahí el equipo de Simeone está por detrás de sus rivales (aunque les tiene ganado el particular porque venció en San Mamés y en el Benito Villamarin).
En cualquier caso, al Betis aún le resta jugar este mismo miércoles ante el Valencia, en Mestalla, con lo que los de Pellegrini podrían subir algún puesto caso de puntuar y macharse al parón directamente en puestos de Liga de Campeones.
Sea como fuere, la cruda realidad para el Atlético es que se irá de vacaciones fuera de los puestos de Champions League, que a día de hoy es el objetivo principal del equipo rojiblanco. Los de Simeone están a 13 puntos del líder, nadie ha remontado semejante diferencia para acabar siendo campeón, en el actual tramo de temporada en el que nos encontramos. Es decir, no hay nadie en ese vestuario en el que ahora mismo se le pase por la cabeza que el objetivo sea caza mayor.
Ahora mismo el objetivo, es cumplir el mínimo, meterse en Liga de Campeones como sea. Es una situación muy parecida a lo que le sucedió no hace mucho, cuando el equipo rojiblanco se fue al parón de la pandemia fuera de Champions y se conjuró para sacar adelante aquella ‘Liga de 14’. Sólo que en este caso, la Liga será de 24. Porque son 24 los partidos que le restarán al Atlético de Simeone al volver del Mundial, para lograr el objetivo.
No parece que las reuniones mantenidas entre jugadores, cuerpo técnico y el CEO del club, Miguel Ángel Gil Marin, tras la eliminación europea sufrida en Oporto, hayan surtido efecto ninguno. Desde aquello, un empate y una derrota. Ni el hecho de que el consejero delegado alertase a todas las partes de que el objetivo es meterse en Champions; pidiese compromiso, unión y reacción; y recordase que la viabilidad económica de los sueldos y el proyecto dependen de los ingreso de la Liga de Campeones, parecen haber hecho cambiar al equipo.
LA COPA, UNA CUENTA PENDIENTE
No tiene ya preocupación alguna en lo que se refiere a Europa, eliminado de toda competición continental de manera muy prematura. Y el asunto de la Copa del Rey se alimenta desde el equipo, aunque la realidad es que en los últimos años, la participación del equipo ha sido frustrante también, apeado en varios casos por equipos de categorías inferiores –Cultural, Cornellà-. El Atlético no pisa una final de la Copa del Rey desde la 12/13, camino de una década ya.