Nada que objetar. Nadie puede cuestionar la apuesta llevada a cabo ayer por Marcelino porque la jugada le salió a pedir de boca. Un gol al principio para tomarse las cosas con calma y otro al final para evitar posibles reacciones rivales. Los leones están en racha.
La clasificación del Athletic para la final de Copa de la presente temporada tuvo su primera consecuencia en forma de rotación masiva ante el Granada en Liga. Marcelino, pese a ser asturiano, hizo una auténtica bilbainada de partida. Nueve cambios, ni más ni menos, en su once titular respecto al que alineó el pasado jueves en el Ciutat de Valencia.
La rotación masiva de Marcelino superó esta vez a las de Copa ante Ibiza y Alcoyano
La alineación rojiblanca incluía además dos datos más especialmente llamativos. Balenziaga, habitual lateral zurdo y ocasionalmente derecho, ejercía de central de partida. Ibai, que en la presente temporada tan solo había tenido algo más de diez minutos en el Carranza tanto en Liga como en Copa, partía como titular tras casi un año sin hacerlo (1 de marzo de 2020 frente al Villarreal en San Mamés).
El míster del Athletic rotó en esta ocasión más incluso que en los duelos coperos de esta campaña contra la UD Ibiza y Alcoyano. La apuesta ofensiva, por cierto, volvió a consistir en situar en ataque a Sancet junto a Villalibre con Morcillo en la izquierda. Prueba que no le dio resultado a Marcelino en ninguno de los dos compromisos citados y que le obligó a recurrir en el descanso a Raúl
García y Muniain y minutos más tarde a Williams.
Esta vez hubo que esperar más tiempo para tirar de banquillo a nivel ofensivo. Sancet dejó constancia de que sabe moverse entre líneas y Villalibre, con un gol nada más arrancar el choque, de que constituye un auténtico quebradero de cabeza para cualquier defensa rival. El apodo de ‘Búfalo’, como puede comprobarse de manera reiterada, no es fruto de casualidad.
Antes míster, ahora compañero
En el Athletic se dio la curiosa circunstancia de que sobre el terreno de juego coincidieron luciendo la camiseta rojiblanca dos leones que hace algunos años también compartían vestuario, pero con unos roles completamente distintos. Ibai, entonces entrenador del Santutxu, salió ayer en la foto del equipo inicial bilbaíno junto a Vencedor, uno de sus pupilo en aquel equipo de las categorías inferiores del popular club bilbaíno. Curiosidades del fútbol.
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