En su peor momento de la temporada, al PSG le han tendido un puente. El campeón se ha escapado en liga gracias a los errores del Marsella y del Lens, que han dejado a los de Christophe Galtier con ocho puntos de distancia. Un margen más que suficiente para afrontar el complicado y apretado mes de febrero con cierta tranquilidad, escenario perfecto para abrir camino cuanto antes en su intento por revalidar la Ligue 1.
El fin de semana ha sido perfecto para el PSG. El Marsella perdió en casa frente al Niza (1-3) y el Lens no pasó del empate a domicilio ante el Brest (1-1). Pese a que las sensaciones que desprende el club parisino no son las mejores, las matemáticas están a su favor. El juego no acompaña como a principios de temporada, pero los resultados son incontestables y el vestuario quiere asegurarse de que no se le escape esta liga.
Sin Mbappé y con la duda de Neymar, el PSG se desplaza el miércoles a Marsella para medirse al Olympique en Copa de Francia. Un choque en el que siempre saltan chispas y en el que Christophe Galtier no va a especular ni reservar a nadie. El club ya fue eliminado la temporada pasada a estas alturas y ahora quiere dar la talla. De fondo, el sábado le espera otra visita comprometida a la cancha de un Mónaco que ha cogido vuelo en liga.
Europa empieza a ver poco a poco como sus principales ligas ya tienen un favorito, aunque aún quede mucho calendario por disputar: el Arsenal le saca cinco puntos al City con un partido menos, el Barça tiene ocho puntos más que el Real Madrid, el Nápoles aventaja en trece al Inter y el PSG suma ocho más que sus perseguidores. La Ligue 1, sin embargo, no es suficiente. A Messi y compañía se les va a exigir la Champions.