“Es un ratón verde, colorado, que nunca sabes por dónde va a salir. Es cabroncete y le tienes que entender porque, de lo contrario, puede mandarte a tomar por culo y lo pierdes… y nos da mucho”. Con esa cariñosa complicidad, mezcla de admiración y de ironía tan propia de su lenguaje, se refirió José
Luis
Mendilibar pocos minutos después de derrotar al Villarreal, a Fabián Orellana, en estos momentos el jugador franquicia del Eibar.
Viendo el aporte del internacional chileno al juego armero no es de extrañar que su entrenador se afane en comprender cuáles son las claves personales que mandan en la cabeza de ese diminuto futbolista de poco más de 170 centímetros que, a sus 33 años -cumplirá 34 en enero-, parece haber encontrado en Ipurua su lugar en el mundo. Antes que Mendilibar otros entrenadores, Paco
Herrera, Abel, Luis
Enrique, Berizzo, Prandelli o Marcelino, entre otros, intentaron empatizar con el mediapunta nacido en Santiago de Chile pero no todos los consiguieron. De hecho, su imagen quedó marcada por sus salidas por la puerta de atrás, tanto de Celta como de Valencia, dejando la imagen de futbolista díscolo, poco disciplinado.
Llegados a ese punto, por tanto, y con la madurez que le da más de una década en la liga española (empezó en el Xerez y en el Granada antes de fichar por el Celta), es imprescindible hacerse una pregunta vital: ¿Le da más Orellana al Eibar o el Eibar a Orellana?
La segunda parte de la cuestión cabe contextualizarla en el fantástico rendimiento que está dando en Ipurua y que le ha permitido reflotar su carrera después de jugar 24 partidos en sus dos últimas temporadas en Celta y Valencia. Es indudable que el microclima que ha encontrado en Eibar y un técnico como Mendilibar le han sentado como anillo al dedo al chileno.
Los delanteros no ven puerta
Pero casi más aplastante e irrefutable es el peso específico de Orellana en el actual Eibar. A falta de los goles de los delanteros que tanto echa de menos el equipo (Kike y Charles han marcado sólo uno y Quique y Enrich aún no han visto puerta), el aporte del sudamericano se ha convertido en esencial para los azulgrana. Con 4 goles y 3 asistencias, Orellana figura entre los mejores anotadores y asistentes de la Liga. Sólo nueve jugadores han marcado más goles y únicamente cinco han dado más pases de gol.
Pero si esa contribución la ceñimos al Eibar, se convierte en imprescindible. Los goles y las asistencias de Orellana han colaborado, de forma directa, a sumar 10 de los 12 puntos que figuran en el casillero del equipo de Mendilibar. Sólo sus dos entregas que terminaron en gol en el Wanda Metropolitano y contra el Espanyol en Ipurua no sirvieron para sumar. Mientras otros no se unan a la fiesta ofensiva, el ritmo en el Eibar lo marca Fabián
Orellana.
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