Sus opciones matemáticas de permanencia son todavía minúsculas, se cifran en torno en un 19%, pero quizá es la primera vez en la que el Sanse cree en ellas. Las dos victorias consecutivas contra el Amorebieta (2-1) y el Valladolid (1-2) conceden la última bala para la salvación al filial txuri urdin, ubicado en el puesto 19º a sólo cuatro del Sporting de Gijón y el Málaga, que marcan la permanencia y han caído en barrena.
En las últimas cinco campañas, la media de puntos obtenida por el 18º, el último que se salva, es de 48,6. Atendiendo a esta estadística, el filial realista, que es 19º con 37 puntos, debería ganar los cuatro partidos que le quedan, ante Fuenlabrada y Huesca a domicilio y Almería en Zaragoza en casa.
No obstante, con dos contrincante como el Sporting y el Málaga, que no salen del fango, y una competencia por abajo que está ya desahuciada y descendida, salvo el Amorobieta, los puntos que se requieran esta vez apuntan a ser menos. La suma de ocho o nueve unidades puede ser suficiente para el sorpasso con el equipo astur, que ayer fichó a Abelardo para cambiar su dinámica, o con el andaluz.
La empresa se antoja muy complicada pese a que la suerte del Sanse ha comenzado a cambiar. Los dos últimos partidos, saldados con seis puntos, han estado a años luz de ser los mejores, pero el equipo de Xabi Alonso está haciendo gala de una eficacia que le ha faltado todo el año. La experiencia de los 38 partidos en Segunda también ayuda.
Para conservar opciones, es necesario que derrote el sábado al Fuenlabrada en el Fernando Torres. Los madrileños están descendidos. Luego, pasará el Almería por Anoeta, hay que viajar a Huesca y despedir la temporada recibiendo al Zaragoza. Parece un calendario diabólico, pero no lo es tanto porque estos dos últimos rivales, por ejemplo, no tendrán nada en juego.