Los Angeles Lakers no están para lanzar cohetes, y mucho menos después de la paliza encajada a manos de sus vecinos Clippers. La enfermería de L.A. está a rebosar de estrellas, empezando por LeBron James y añadiendo ahora a un Anthony Davis que tuvo que abandonar a los nueve minutos de juego el partido de anoche.
Davis, con espasmos en la espalda, se torció también el tobillo en una jugada de su corta noche de corto contra los rivales angelinos. A pesar de la alarma generada en el entorno de los Lakers, el pívot salió a la rueda de prensa pospartido intentando apaciguar los ánimos de la afición:
“El tobillo está bien, no me molesta. Para la espalda, mi plan es ver cómo estoy mañana, pero quiero jugar. El plan es jugar”. El de esta madrugada contra los Portland Trail Blazers (viernes a sábado, 4am en España) es un partido vital para las opciones de L.A. de evitar el torneo de acceso a los playoffs.
AD jugaba anoche contra los Clippers su octavo partido tras regresar de una ausencia de nueve semanas por problemas en su talón de Aquiles y una lesión muscular.
A pesar de que la lesión de Davis se queda de momento en susto, la plantilla de Frank Vogel sigue entre algodones. LeBron James se ha ausentado los dos últimos partidos y el plan es que pueda volver el miércoles de la próxima semana. Su tobillo no se ha recuperado del todo bien de la última lesión que le hice perderse ya 20 partidos.
Además de sus dos All Star, los Lakers echan de menos también a Dennis Schröder, que estará una semana y pico más de baja por los protocolos sanitarios de la NBA. Talen Horton-Tucker, con problemas musculares, tampoco podrá estar con el equipo en Portland.
Source link