La nueva derrota de los Golden State Warriors a domicilio estuvo acompañada de un revés mucho más significativo. Steph Curry, su gran estrella y pulmón del equipo, no pudo terminar el partido por culpa de una lesión en el hombro izquierdo que amenaza con ser grave. El decimotercer desliz lejos de San Francisco para los vigentes campeones, que cayeron 125-119 ante los Indiana Pacers, quedó en anécdota.
Curry anotó 27 de sus 38 puntos totales en la primera mitad, que terminó exhausto. Cuando se resintió del hombro en una jugada defensiva a 2:04 del final del tercer período, acumulaba 7 rebotes, 7 asistencias, 2 robos y un tapón (11-19 TC; 5-10 3P). La lesión llegó cuando el astro intentó golpear el balón, en posesión de Jalen Smith, durante una incursión a la pintura de Indiana.
De inmediato, el base se agarró el hombro izquierdo y lo mantuvo así mientras corría pista arriba para el ataque. Los técnicos pidieron tiempo muerto y Curry fue atendido por dos miembros del servicio médico en la banda. Allí se estuvo un rato, pero minutos después decidieron ir para el vestuario y dar por acabada su noche.
“Estuve con él un momento, pero no me he enterado de los detalles. Steph siempre es optimista sobre la vida, así que está bien de ánimo”, comentó Steve Kerr, entrenador de los Warriors. “Pasará pruebas de diagnóstico por imagen mañana (hoy)”, añadió. La resonancia magnética que necesita el jugador se hará en Philadelphia.
Los Warriors, que presentan un nefasto balance de 2 victorias y 13 derrotas lejos del Chase Center, están en medio de una gira de seis partidos por la Conferencia Este, y las perspectivas pintan todavía peor ahora. “Es una mala racha dura, y si está de baja [Curry] se hará más dura, pero debemos perseverar”, valoró el técnico. “Hay que jugar y luchar, la temporada es larga. Si tenemos buena salud, siento que podemos ganar a cualquiera”.
Contra Indiana, no pareció que los Warriors fueran capaces de demasiada cosa más allá de confiar en Curry. Al descanso, sus 27 puntos representaban la mitad de la anotación del equipo, y en el momento de la lesión acumulaba 38 de los 80 totales. Golden State no contó con los servicios de Andrew Wiggins -cinco partidos de baja por un tirón en el abductor- ni Klay Thompson, que descansó en la segunda noche de un back-to-back.
Jordan Poole fue el único que hizo acto de presencia con 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias, pero un pobre 8 de 22 en tiros de campo. Draymond Green, que anotó un punto y cometió 6 pérdidas, terminó expulsado en el último cuarto. Al descanso, los Pacers dominaba por 74-54 después de anotar 9 triples en un segundo cuarto en el que machacaron a su oponente con 47 puntos.
Curry, fenomenal hasta su preocupante lesión, llevó en volandas a los Warriors para remontar, y el 19-33 en el tercer cuarto apretó el encuentro. Aunque un triple de Donte DiVincenzo a 1:25 puso el 122-119 en el marcador, Golden State encalló en las últimas posesiones sin su estrella.
Para los Pacers, Tyrese Haliburton destacó con 29 puntos y 6 asistencias, mientras que Myles Turner anotó 21 tantos. Partiendo desde el banquillo, el novato Bennedict Mathurin hizo gala de sus habilidades (24 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias).