Alba Torrens, probablemente la jugadora con más talento ofensivo de la actual selección española, vivió el último Eurobasket desde la habitación de un hotel. Un positivo en coronavirus les dejó sin torneo a ella y a su compañera Tamara Abalde. La experiencia le hizo “coger perspectiva” y, de vuelta para los Juegos Olímpicos de Tokio, su consigna es “vivir el momento”.
Ni los éxitos de una selección que llevaba siete campeonatos sin bajarse del podio; ni el golpe del Eurobasket en el que cayeron en cuartos contra Serbia les ayudarán en Tokio, donde deben centrarse en el presente, defiende la alero española en una conversación con la Agencia EFE.
Con ocho medallas en su palmarés, la jugadora mallorquina (Binisalem, 1989) reflexiona sobre la fina línea que separa el éxito que han acumulado durante los últimos años, y la decepción de la última cita europea. Asegura que esta selección puede competir contra cualquiera, e incluso citarse de nuevo en una final contra la todopoderosa Estados Unidos, imbatida desde Barcelona 1992.
– Pregunta (P): ¿Cómo sabe estar de vuelta con la selección después de que el coronavirus le robara el Eurobasket?
– Respuesta (R): La verdad es que muy contenta de volver a estar aquí, de volver a estar con el equipo, preparando un campeonato muy especial como unas Olimpiadas. Es verdad que todos estamos pasando un momento duro y difícil con esta pandemia, pero bueno, lo importante fue que estábamos bien, y ahora ya es pasado y salen nuevas oportunidades.
– P: Situémonos en el momento en el que le anuncian a usted y a Tamara Abalde que han dado positivo, ¿cómo fue la situación?
– R: No solo fue por nosotras, yo creo que estamos viviendo a nivel mundial momentos difíciles y lo que hicimos Tamara y yo fue coger perspectiva. Nos encontrábamos bien, dábamos las gracias por ello, porque ahora mismo nunca se sabe, ha causado mucho dolor este virus, e intentamos apoyar al equipo de la manera en que pudimos.
Es verdad que fueron días de incertidumbre y difíciles, no solo para Tamara y para mí, sino para todas. Fue tres días antes del campeonato, nos tuvimos que adaptar todos a esta situación, y no fue fácil, porque esto va más allá del baloncesto, era un tema de salud.
– P: ¿Pudo ver los partidos desde la televisión o es de las que no los soporta sin poder jugar?
– R: Claro que vi todos los partidos. Pasas más nervios desde fuera y estando lejos, pero yo creo que demostramos una vez más que podemos competir al máximo nivel contra las mejores selecciones y fue una cosa de detalles. Sabemos que la línea de ganar y perder es muy fina, pero volvimos a competir a nivel europeo contra grandes selecciones.
– P: De hecho, les eliminó Serbia, que luego fue campeona, y la línea fue tan fina como un tiro libre.
– R: Exacto. Es importante hacer esta reflexión. Por supuesto que nosotras queríamos otro resultado, pero hay que reflexionar que competimos contra las mejores selecciones, de tú a tú contra la campeona de Europa, un equipo como es Serbia. Al final es una línea muy fina que te puede llevar a luchar por las medallas o no, pero el equipo tiene que ser muy consciente de ello, que se puede ganar o perder pero estamos al máximo nivel para competir.
– P: En los amistosos pareció que es un tema zanjado, pero ¿el Eurobasket puede servir de acicate para Tokio?
– R: Yo creo que ahora es un campeonato diferente, al final lo importante es estar en este momento, prepararnos para este campeonato. Ni los años pasados, ni el campeonato pasado, nos ayudan o no nos ayudan a estar presente en este. Lo importante es centrarnos en este momento.
De los dos partidos de preparación que hicimos sacamos cosas positivas y hacemos autocrítica con cosas que se pueden mejorar, y es lo que queremos, llegar lo mejor preparadas para este primer partido en Tokio y centrarnos en los tres primeros partidos del grupo, no en más allá.
Esta es una selección divertida, especial
– P: ¿Cómo es esta selección por dentro, quién anima, quién gasta bromas?
– R: Te diría que es una selección divertida, que en cada momento alguna sale con alguna broma. Es verdad que tenemos muy buen ambiente, en momentos en que hay toda la seriedad y trabajamos, pero tenemos momentos que lo pasamos bien, disfrutamos del camino en estos campeonatos y de esta experiencia. Es especial estar en la selección, en todos los sentimos.
– P: Usted está en un punto intermedio entre jugadoras como Laia Palau, que está cerca de acabar su carrera, y las más jóvenes, como Raquel Carrera o Maite Cazorla.
– R: De Laia no sé si me voy a retirar yo antes que ella (risas) Las jóvenes son una fuerza, yo en la diversidad veo la fuerza y creo que es un camino de doble sentido. Ellas nos están aportando muchísimas cosas, tanto en la pista como fuera, y a lo mejor las que tenemos más experiencia por haber jugado más años aportamos otras cosas. Esta es la fuerza que tenemos, todos aprendemos de todos y allí es donde veo que se puede encontrar el equilibrio.
– P: En estos Juegos, como en todos, Estados Unidos son favoritas, no pierden desde Barcelona 1992. Algunas de las estrellas del ‘Team USA’ han sido o son compañeras suyas en el UMMC Ekaterimburgo ruso, ¿tan enorme es la diferencia?
– R: Sí, ya no es porque lo digamos, los resultados demuestran que Estados Unidos está a otro nivel, y ya no solo por el talento de sus jugadores, también físicamente. Sobre todo en su juego interior que es muy potente, donde cuesta atacarles y defenderles. Son jugadoras de muchísima calidad también en la línea exterior. Tienen muchos recursos tanto tácticos, de talento, como físicos y sus resultados muestran que han sido las mejores todos estos años.
– P: Las tuvieron delante en la final de Río 2016 (101-72), ¿hay alguna forma de echarles el guante: que ser rápidas, defender y robar mucho…?
– R: La verdad es que no sabría exactamente cómo. No hay fórmula mágica, pero creo que si hay que buscar el imposible sería ir a su juego de anotar mucho, podría ser la manera de intentar vencerles.
“He tenido la opción de elegir la WNBA, pero he preferido la selección”
– P: ¿Qué tiene el UMMC y Ekaterimburgo para que desde 2014 se haya convertido en su casa? Este año ganó con ellas su cuarta Euroliga, la sexta a nivel personal, contra el Avenida de Salamanca.
– R: Para mí todos estos años el proyecto de Ekaterimburgo, apostando año tras año para hacer un equipo para competir al máximo, ha sido una motivación. Y después sentirme a gusto, tanto en el club como en la ciudad y con las personas con las que convivo. Solo tengo palabras de agradecimiento por la manera en la que me acogieron, cómo me están tratando, y me siento una privilegiada con algunas de las mejores jugadoras de mundo cada año.
– P: Le habrán preguntado muchas veces que por qué no ha probado la WNBA estadounidense, porque no será por falta de interés de equipos.
– R: Siempre digo que estoy muy agradecida porque he tenido la oportunidad y la opción de poder elegir, y siempre digo que hubiese sido una experiencia muy buena para crecer porque es una liga muy exigente. Es una decisión muy personal, cada uno tiene su camino. He preferido estar con la selección al cien por cien, y echo la vista atrás y agradezco haber podido decidir.
– P: ¿Y volver al baloncesto español?
– R: La liga española ha subido muchísimo de nivel, lo han demostrado el Valencia en la Eurocopa, Salamanca en la final de la Euroliga y el nivel de la liga cada fin de semana, las compañeras de la selección y las extranjeras que llegan. Puede ser una de las ligas más potentes de Europa.
Personalmente, no lo sé. La siguiente temporada tengo ilusión y muchas ganas de volver a Ekaterimbrugo y afrontar el nuevo reto, y después se verá. No he pensado en la siguiente.
– P: Una nueva medalla en Tokio, ¿sería un sueño o es algo realista?
– R: Yo creo que el equipo está en la misma posición que en todos los campeonatos. Soñar hay que soñar, y hay que soñar alto, y es verdad que por supuesto que soñamos en una medalla olímpica, pero a la vez este equipo es muy realista, porque vimos que la línea entre ganar y perder es muy fina.
Sabemos que el sueño ya lo hemos dejado en el aire, ahora lo que hacemos es centrarnos en el día a día y en la fase de grupos, porque si no pasas esa fase no puedes pensar en nada más. Ese es el objetivo, Corea, Serbia, Canadá, y luego veremos donde estamos. Sabemos las grandes selecciones con las que nos enfrentamos, y sabemos que será difícil.
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