Albergues de cuarentena de Paraguay, entre la defensa y el riesgo

Albergues de cuarentena de Paraguay, entre la defensa y el riesgo

La red de 54 albergues ilustra medidas extremas a las que recurren países para contener el virus, pero a veces a costa de derechos individuales o riesgo de contagio.

Los albergues de cuarentena contra el coronavirus en Paraguay, obligatorios para cualquier persona que ingrese al país, han recibido elogios de organismos internacionales de salud por ayudar a detener la propagación de la epidemia.

No obstante, varios de los que pasaron por estos centros, la mayoría administrados por militares, o monitorearon sus instalaciones, han expresado preocupación por las condiciones de cientos de repatriados retenidos en esos lugares.

Media docena de personas que estuvieron confinadas en los albergues o vigilaron sus condiciones dijeron en entrevista que los dormitorios estaban abarrotados y algunos estuvieron encerrados durante más de seis semanas con escasa información.

Esta red de 54 albergues ilustra cómo ciertos países están empleando medidas extremas para contener el virus, muchas veces a costa de los derechos individuales de las personas, señalaron repatriados y activistas de derechos humanos.

Foto: Reuters

Pese a que América Latina se convirtió en el epicentro de la pandemia, Paraguay es un ejemplo de contención exitosa. La nación mediterránea de 7 millones de habitantes ha registrado solo mil 202 casos confirmados y 11 muertes, una de las cifras más bajas de la región.

En el vecino Brasil, el gobierno minimizó las medidas de distanciamiento social y no pudo contener el brote. Con cerca de 740 mil casos, el gigante sudamericano tiene el segundo mayor número de contagios detrás de Estados Unidos y la tercera cifra más alta de muertes en el mundo, con 38 mil.

Alrededor del 65% de los casos confirmados de Paraguay se han detectado y controlado en los albergues, según cifras oficiales, lo que permitió que el resto del país retome lentamente sus actividades.

“Los hospitales están vacíos porque los albergues están llenos. Es la primera línea de defensa“, dijo a Reuters Federico González, asesor de política internacional de la presidencia de Paraguay y quien lidera el proyecto de los refugios.

“Los albergues son reconocidos internacionalmente como uno de los factores que posibilitan los buenos resultados del Paraguay en su lucha contra la pandemia“, agregó.

Reuters no pudo confirmar de manera independiente casos de infección dentro de los centros y no logró tener acceso a los albergues a pesar de varias solicitudes.

Foto: Reuters

El teniente coronel Víctor Urdapilleta, portavoz de las Fuerzas Militares, dijo que no habían recibido “prácticamente ninguna queja de incomodidad“.

Sin embargo, algunos de los que pasaron por estos centros sintieron que estaban en una prisión. Hasta hace poco, las personas que llegaban a Paraguay no tenían otra opción que permanecer en los albergues durante semanas. Ahora, aquellos que tienen dinero pueden pagar para alojarse en hoteles designados.

“La desesperación nuestra fue la aglomeración”, dijo Paola Canova, de 43 años, profesora asistente de la Universidad de Texas, quien voló a casa desde Estados Unidos el 20 de marzo y estuvo en un refugio durante 17 días.

Canova dijo que muchas personas perdieron sus maletas en el viaje y no tenían ropa ni toallas para asearse, y que la falta de información creó pánico y ansiedad. Los profesionales de la salud no ingresaban al albergue y quienes estaban dentro debían notificar a las autoridades si alguien se sentía mal, relató.

“Si estás sano probablemente te contagias ahí”, dijo Canova. “Creo que el sistema de albergues funciona porque se ve el éxito que está teniendo en parar la propagación, pero se debe hacer de manera digna, con respeto hacia las personas, porque no somos animales”, agregó.

González dijo que la mayoría de los infectados había llegado a Paraguay con el virus, aunque era posible que haya habido alguna transmisión dentro de los refugios. Solo desde finales de abril, el Gobierno determinó la realización de test a todos los recién llegados.

Paraguay, que estableció los albergues en marzo, después de que las autoridades dijeron que algunas personas infectadas llegadas del extranjero estaban rompiendo la cuarentena, no es el único en América Latina que empleó medidas estrictas a expensas de la libertad de movimiento.

(Rts)




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