Después de jugar pegado a la cal en la Selección y en equipos como el Liverpool, el Espanyol y el Mallorca, entre otros, Albert Riera (Manacor, 15 de abril de 1982) se ha pasado al otro lado de la raya que limita el terreno de juego. Es el técnico detrás del Olimpija Ljubljana líder de la liga eslovena y trabaja para entrenar algún día en España. Aspira a que sea en un equipo de Champions, y luchará por ello. De esto y de mucho más charló con Mundo Deportivo.
12 puntos de ventaja respecto al Maribor. ¿La liga está ganada?
Para convencer a los jugadores tengo que estar convencido yo. Es un margen importante, pero yo he vivido como jugador situaciones similares y hay que mantener la calma y seguir igual que hasta ahora.
¿Cómo surge la posibilidad de ir a entrenar a Eslovenia?
Porque jugué aquí. Yo tenía claro que la primera experiencia en los banquillos sería en uno de los países en los que he jugado. Primero estuve como asistente de Fatih Terim y Domènec Torrent en el Galatasaray y después, cuando sentí que estaba preparado, di este paso.
Su aterrizaje fue algo peculiar, ¿no?
Sí, fue una situación que no se la deseo a nadie. Parte de los aficionados aparecieron en la rueda de prensa de mi presentación porque consideraban que tenía que continuar Prosinecki, que es el técnico al que sustituí. Pero opté por trabajar, que es lo que tenía que hacer.
“Ser jugador de fútbol es la mejor profesión del mundo y ser entrenador es la segunda mejor”
¿Cuánto le ayudó haber estado en países como Turquía y Grecia y cuándo empezó a revertirse la situación?
Ayudó haber estado en esos países y también haber salido de casa con 20 años. La experiencia es un grado. Y cuando empezamos a ganar la situación empezó a revertirse. Magia.
¿Cómo son o quieren ser sus equipos?
De números como 4-4-2 ó 4-3-3 no voy a hablar. Intento poner a los mejores en el campo y que cada uno juegue en su mejor posición. La mayor responsabilidad del entrenador moderno debe ser que cada jugador rinda de la mejor manera posible. ¿Cómo juego? Depende de lo que tengo disponible y del rival.
¿Y qué sello en particular tienen?
Me gusta ser protagonista, que independientemente del resultado mi equipo sea superior al rival. No podrá ser siempre, pero hay que intentarlo. No se trata de suicidarse, pero meterte a defender en tu área tampoco te asegura nada. ¿Por qué no intentar siempre ser mejor que el rival? Esa es mi idea principal.
¿El éxito de un buen entrenador está en adaptarse a las circunstancias?
Yo siempre digo que ser jugador de fútbol es la mejor profesión del mundo y ser entrenador es solo la segunda. Como jugador formas parte de un 25 contra 1 y como entrenador eres 1 contra 25. Eres un chef pero tienes que saber los ingredientes que tienes para poder cocinar. A veces hay que modificar algunas cosas aunque sin traicionarse a uno mismo.
Albert Riera ha cambiado el terreno de juego por la banda
¿Como entrenador ha entendido cosas que no entendía como jugador?
Sí, totalmente El jugador es muy egoísta. El entrenador puede equivocarse, pero ninguno quiere perder. Lo más importante para el entrenador es que sus jugadores sientan que están mejorando.
¿Qué diferencia hay entre ‘jugar bien’ y ‘jugar bonito’?
Esta fue la pregunta fetiche en el curso de entrenador en el que tuve el placer de coincidir con Xavi, Xabi Alonso, Raúl, Marco Senna, Capdevila, Luis García, Valdés…Lo bonito del fútbol es que no hay una sola forma de jugar. Hay que ganar partidos, pero está claro que el que juega bien está más cerca de ganar que el que no lo hace. Por eso yo intento que mis equipos sean protagonistas.
“El día de mañana me gustaría estar entrenando en España y si puede ser en un equipo de Champions”
Tuvo como entrenadores a Luis Aragonés, Rafa Benítez, Valverde y Fatih Terim, entre otros. ¿Cuál de ellos fue el que más le marcó?
Todos. Intenté quedarme con lo mejor de cada uno. Es imposible ser perfecto, pero hay que intentar acercarse.
De los compañeros que tuvo, ¿a qué tres le gustaría entrenar?
¿Solo tres? A Eto’o, a Gerrard, a Xavi, a Xabi Alonso, a Iniesta…
¿Le quedó la espinita de no jugar la Euro de 2008 y el Mundial 2010?
Sí, pero no me lo merecía. Si lo hubiera merecido me hubiesen llevado. Pero sí, me hubiese encantado y además sabía que esa generación ganaría.
Albert Riera, con la camiseta de la selección española
¿Dónde se ve en cinco años?
El fútbol es ahora, es presente. ¿Qué es lo que quiero? El día de mañana me gustaría estar entrenando en España y si puede ser en un equipo de Champions League. No sé cuándo ni si lo lograré, pero que no sea por no intentarlo.