Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Argentina, Alberto Fernández, se estrechan las manos tras un encuentro oficial en Moscú, el 3 de febrero pasado.

Alberto Fernández le ofrece a Rusia que Argentina sea su “puerta de entrada a América Latina”

Alberto Fernández está en China. Este viernes participó en Pekín de la apertura de los Juegos Olímpicos de invierno y el domingo se reunirá con su par Xi Jinping. La reunión será el epílogo de una alianza en la que Argentina pretende acelerar las inversiones chinas en proyectos de infraestructura, una larga lista que incluye centrales hidroeléctricas y nucleares y desarrollos en energías renovables. La escala previa de Fernández fue, en cambio, más política. Duró menos de 24 horas y tuvo como objetivo agradecer al presidente ruso, Vladimir Putin, la venta de la vacuna Sputnik V en el inicio de la pandemia, cuando las dosis escaseaban y los países productores acaparaban para sí toda las dosis. Fernández, sin embargo, fue más allá. En su charla a solas con Putin se ofreció como “puerta de entrada” a América Latina y cargó contra Estados Unidos, al que acusó de tener una influencia negativa sobre el Fondo Monetario Internacional, el principal acreedor de Argentina.

Fernández y Putin almorzaron a solas el jueves en Moscú. El contenido de la conversación surgió de una transcripción de la agencia oficial de noticias argentina, Telam. “Tenemos que ver la manera en que Argentina se convierta en puerta de entrada de Rusia en América Latina de un modo más decidido”, le dijo Fernández a Putin. Rusia tiene ahora una presencia indirecta en América Latina a través de la colaboración militar con Venezuela y Cuba, que choca contra los intereses de Estados Unidos en la región. La propuesta de Fernández no cayó bien en Washington, donde ya consideraban que era una mala idea que visitase Moscú en pleno conflicto entre la OTAN y el Kremlin por Ucrania. Estados Unidos fue clave además en el acuerdo alcanzado entre Argentina y el FMI para refinanciar una deuda de 44.000 millones de dólares.

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Argentina, Alberto Fernández, se estrechan las manos tras un encuentro oficial en Moscú, el 3 de febrero pasado.
Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Argentina, Alberto Fernández, se estrechan las manos tras un encuentro oficial en Moscú, el 3 de febrero pasado.JUAN MABROMATA (AFP)

El Gobierno de Joe Biden dio su apoyo luego de intensas gestiones de la Cancillería argentina, que incluyeron una visita del ministro de Exteriores, Santiago Cafiero, a su par de Estados Unidos, Antony Blinken. Como el mayor accionista del FMI, cualquier entendimiento debe tener el visto bueno de la Casa Blanca. Fernández, sin embargo, cargó desde Moscú contra ella. “Argentina ha puesto su mirada, ha volcado su mirada muy firmemente en Estados Unidos. Y depende mucho la economía argentina de la deuda que tiene con Estados Unidos, con el Fondo Monetario y la influencia que Estados Unidos tiene en el Fondo”, dijo. La idea del presidente es que Argentina no debe ser un satélite de Washington, y para ello necesita de la ayuda de Rusia. “Estoy empecinado en que la Argentina tiene que dejar de tener esa dependencia tan grande que tiene con el Fondo y Estados Unidos, tiene que abrirse camino hacia otros lados y ahí Rusia tiene un lugar muy importante”, le dijo a Putin, citado por la agencia estatal Telam.

Putin agradeció el gesto, pero se limitó a resaltar el “potencial que hay” para el “comercio bilateral”. “En el ultimo año hemos visto un buen ritmo de crecimiento”, dijo, recordando el contrato firmado para la provisión de vacunas, cifrado en 30 millones de dosis. Este martes, Argentina anunció que ya no compraría más la Sputnik V a Moscú porque está lista para fabricar y exportar las dosis desde un laboratorio local.

Mientras Fernández cargaba en Moscú contra Washington y el FMI, en Buenos Aires hacían control de daños. El jefe de Ministros, Juan Manzur, visitó este viernes al embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, para “para dialogar sobre el fortalecimiento de los vínculos bilaterales”. “Tenemos grandes expectativas por seguir articulando y profundizando proyectos en áreas de interés común para el beneficio de nuestros pueblos”, escribió Manzur en Twitter. “Gran encuentro”, le contestó Stanley por la misma vía.

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