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Albóndigas de pavo al horno con salsa de arándanos


Llámalo po’boy o llámalo bocata de langostinos al estilo de Nueva Orleans: en realidad de lo que va hoy el tema es de una buena pieza de pan – de manera clásica una barra francesa estilo baguette – rellena de marisco o pescado rebozado y frito, aunque también los hay de carne, con una salsa remoulade o alguna similar a partir de mahonesa, acompañados de lechuga y tomate.

¿Su origen? Dicen que fueron los hermanos Martin allá por el 1929, según afirma el propio festival del Po’Boy de Oak Street, que alimentaban de forma gratuita a los hombres en huelga bajo la batuta de “aquí viene otro poor boy” . ¿Leyenda o realidad? No se sabe muy bien pero lo que sí está claro es que la primera referencia en el periódico de este sándwich fue en 1969. Las historias alrededor de este bocadillo son infinitas, casi tanto como sus recetas: dentro del pan puedes encontrar desde ostras fritas hasta carne desmechada, aunque uno de los más famosos ha sido sin duda el po’boy de langostinos, que ha conseguido incluso traspasar océanos.

Es tan fácil como rebozar bien los langostinos, el cangrejo, las ostras, las porciones de pescado o incluso los mejillones o las gambas pasándolos por una capa de huevo batido y después también por otra de empanado, en este caso con pan rallado aliñado con pimentón, orégano, pimienta negra y ajo en polvo, aunque también se podría plantear algún rebozado tipo orly o gabardina.

La salsa suele tener base de mahonesa, con ese punto gracioso de la mostaza, de los pepinillos, un poco de cebolla o chalotas, eneldo y algún toque picante al gusto para que la fritura no se nos haga muy pesada, aunque la lechuga y el tomate ayudarán en esa tarea. Si lo estáis pensando os lo afirmo: el po’boy lo admite todo. Al final es una baguette rellena de lechuga y tomate y una salsa mahonesa que puede ser de un sólo ingrediente pero también puede combinar varios, como un mar y montaña, o aves como pavo y pollo. De pan, podéis utilizar hasta suizos o brioche para ello, las opciones son infinitas.

Ingredientes

Para 2 bocadillos

  • 2 panecillos de estilo baguette
  • 10 langostinos crudos
  • 4 hojas de lechuga iceberg
  • 1 tomate maduro
  • 1 huevo
  • 150 g de pan rallado
  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • ½ cucharadita de orégano
  • ½ cucharadita de pimentón dulce
  • ¼ cucharadita de pimienta negra

Para la salsa

  • 3 cucharadas de mahonesa
  • ½ cucharadita de mostaza
  • ½ chalota
  • 2 pepinillos
  • ½ cucharadita de salsa Worcestershire
  • Una pizca de pimentón dulce
  • Sal al gusto

Preparación

  1. Preparar los panecillos dejándolos abiertos. También se podría usar una baguette partida por la mitad, no excesivamente grande.

  2. Mezclar todos los ingredientes de la salsa, incorporando la chalota y los pepinillos picados muy muy pequeños. Trocear la lechuga si se quiere o si no dejar las hojas bien limpias y ordenadas. Laminar el tomate en lonchas de unos tres milímetros.

  3. Mezclar en un bol o plato hondo el pan rallado con las especias. Pelar los langostinos, añadir sal y pasarlos por el huevo batido.

  4. Calentar en un cacillo aceite de oliva suave a fuego fuerte, que esté potente para que los langostinos se doren rápidamente y se queden así jugosos por dentro.

  5. Tostar el pan y mientras tanto freír los langostinos hasta que se doren por fuera, apenas unos segundos, y retirar rápidamente a un plato con papel absorbente puesto para que el exceso de aceite se pierda.

  6. Montar el bocadillo con una capa de salsa en la base, las láminas de tomate, la lechuga, los langostinos fritos y encima un poco más de salsa.

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