Los Sacramento Kings tiraron de su buen momento de forma para superar a los Memphis Grizzlies de Ja Morant, que volvió tras un partido de ausencia con 34 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias que no le bastaron al conjunto local. Los californianos firmaron su séptima victoria consecutiva gracias a los 32 puntos y 8 rebotes de De’Aaron Fox y los 26 de Harrison Barnes, que bailó a Santi Aldama en ataque y le puso en apuros en defensa.
El interior canario firmó su peor registro de minutos de la temporada y se quedó en 16. Como viene siendo habitual, exprimió al máximo su producción con 7 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias, 3 robos y un tapón precioso sobre Keegan Murray, a quien sí lograron secar (2 puntos y 1 de 8 en tiros de campo) los de Tennessee. El jugador de 20 años firmó un 3 de 9 en tiros de campo y un 1 de 4 en triples y viene de quedarse por debajo del 33% de acierto en los dos últimos encuentros. Además, contó con el peor +/- de su equipo con un -18 que evidencia su mal día atrás.
El retorno de Jaren Jackson Jr. a la alineación empieza a rascarle minutos además de haberle arrebatado la titularidad. El cuatro de cabecera de Taylor Jenkins aumentó su presencia con 27 minutos en cancha y firmó 22 puntos y 5 tapones con un 8 de 14 en tiros de campo y un 1 de 5 en triples.
Los Grizzlies se tambalean y han perdido cuatro de sus últimos cinco partidos. A pesar de ello, una genialidad de Morant les situó a una posesión a falta de 5,3 segundos. Con el 108-109, Malik Monk (14 puntos) no falló desde la línea de personal y sí lo hizo el astro local, que erró dos de sus tres tiros libres para empatar con 1,7 segundos para la conclusión. “He fallado, game over“, comentó al terminar.
El equipo de Mike Brown, con Jordi Fernández de asistente principal, continúa en su buena línea y demuestra que lo suyo no es flor de un día. Ahora mismo son terceros (10-6) en una Conferencia Oeste que lideran los Phoenix Suns empatados con los también sorprendentes Utah Jazz.