Los Memphis Grizzlies son una ironía, una confusa apariencia, una banda de tipos simpáticos y graciosos que luego te la ‘cuelan’, tan fiesteros y dicharacheros con sus bailes antes de entrar en la pista, tan serios a la que pisan el parqué, sin vergüenza ni reparos para dejar en absoluto ridículo a quien sea, hasta al mejor equipo de la NBA tras los Celtics, los Milwaukee Bucks y su impetuoso líder, Giannis Antetokounmpo (142 – 101), rendidos ya al descanso (70-41).
Con Santi Aldama en su salsa -14 puntos, 3 rebotes, 1 asistencia y 1 robo-, los Grizzlies expusieron las terribles consecuencias que puede tener para el campeón de 2021 desactivar con un muy meditado plan táctico a ‘Anteto’ –19 tantos con un 5/13 en tiros de campo-, si además nadie pone sentido en ausencia de Jrue Holiday, lesionado. Serge Ibaka también se lo perdió por una enfermedad no Covid-19.
A Memphis le encanta también la fiesta en la pista y de ella también es partícipe un Aldama plenamente integrado a las mil maravillas que entiende ese idiosincrasia, buscado por Ja Morant en el tercer cuarto para que, tras un impecable trabajo defensivo en el primer tiempo, él también tuviera su cuota en el ‘show time’ final de los Grizzlies, jaleados con ola final en las gradas. Pero antes, el equipo de Taylor Jenkins ejecutó con toda la frialdad la concienzuda estrategia de su entrenador para ganar el partido desde una granítica defensa sin ni siquiera necesitar de un excelente Morant en la anotación –25 puntos con un 9/21 en tiros-, aunque sí en la dirección, con sólo 10 asistencias y 1 pérdida, para sumar también 10 rebotes y completar el triple-doble.
Antetokounmpo lo buscó todo pero no le salió nada ante un inexpugnable Steven Adams, ni llevándole al poste, ni en transición, ni en penetración ni logrando imponer su poderío cerca del aro, tampoco inspirado el griego para irse de Santi Aldama las dos veces que se quedó con él en el perímetro en los cambios. El heleno se vio abrumado por el enjambre de jugadores ‘grizzlies’ cuando penetró, ayudado su defensor siempre como mínimo por uno de los que se ocupaba de defender la esquina del tirador.
Los Bucks, del todo desatinados en los triples para abrir más caminos a ‘Anteto’ por mucho que lanzaran -un 26% con un 13/50-, tampoco encontraron muchos tiros liberados gracias a la rápida y ordenada rotación de Memphis. Si no llegaba uno de los jugadores que habían salido al paso del dos veces MVP, ya estaba listo para ir a puntear el lanzamiento otro viniendo del lado débil. Al otro lado del perímetro, un océano. Pero, en ausencia de Holiday, ni Anteto ni nadie lo supo ver para encontrar lanzamientos liberados.
Aldama, 12 de sus 14 puntos en la segunda parte -4/6 en tiros y 2/3 en triples-, ejecutó su función más defensiva en la primera mitad a la perfección respondiendo a todas las situaciones defensivas que se le plantearon, saliendo a puntear tiros, aguantando los uno contra uno en el perímetro y fuerte en la defensa a Middleton en el poste, defendiendo con inteligencia a un jugador superior en ese contexto como Brook López, situándose por delante y no dejándole recibir. Detalles que definen un ‘two-way player’ como el que ya es el canario, que hasta desesperó a un Bobby Portis que no admitió en el tercer parcial que el español le estampara un mate en su presencia y luego le impidiera anotar en una acción: le pegó un arañazo. Sancionado con técnica.
Los Grizzlies se aplicaban atrás y se soltaban corriendo, tan sólidos en defensa que apenas tenían que pensar en ataque, aunque Dillon Brooks hizo su daño penetrando en el 5 vs 5 (18 puntos). Además de Morant, Aldama y Brooks, otros cinco jugadores del conjunto de Tennesse registraron dobles figuras en anotación: David Roddy (15), Tyus Jones (16), Brandon Clarke (12), Ziaire Williams (11) y Steven Adams (10). A más ataques de los Bucks evitados, más puntos en transición anotados. Y a más jugadas finalizadas, menos contraataques concedidos a Antetokounmpo. El círculo virtuoso ideal para vencer a Milwaukee, devorados también en el rebote -39 capturas por 56 de los Grizzlies-, y, por ende, en la pintura: 38 puntos contra ¡86! de los de Tennesse.
Sin Holiday a los mandos -faltándole a los de Budenholzer a la vez un generador de tiros por sí mismo-, y con un ‘Anteto’ desdibujado intentando lo que se le da menos bien como los tiros de media distancia y los triples, los Bucks se quedaron sin nada que decir, con un 37% en lanzamientos y sólo Bobby Portis saliendo tímidamente a contestar, con 12 de sus 19 puntos en una segunda parte banal.
La peor derrota de la temporada por parte de unos Bucks en ruinas con su astro apagado y sin Holiday. Así lo dispusieron estos Memphis Grizzlies que fuera te hacen reír y dentro te hacen llorar y que, aun faltándoles Desmond Bane, se lo pasaron bomba. Ya dicen, que entre broma y broma, la verdad asoma. Y en la conversación -la que más importa-, Aldama y sus Grizzlies merecen ser tomados en serio.
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