Las pruebas forenses del FBI concluyeron que el arma que portaba Alec Baldwin y que acabó con la vida de la directora de fotografía, Halyna Hutchins, no podría haber sido disparada sin apretar el gatillo.
Los informes, a los que ha tenido acceso el periódico ABC News, señalan que el arma de fuego utilizada “no podía dispararse sin apretar el gatillo”.
En una entrevista en diciembre con el mismo medio, Baldwin afirmó que no había apretado el gatillo. “No se apretó el gatillo. No apreté el gatillo”, aseveró.
El caso fue clasificado como accidente por parte de la Oficina del Investigador Médico de Nuevo México, porque “la revisión de los informes policiales disponibles no mostró ninguna demostración convincente de que el arma de fuego se cargó intencionalmente con munición real en el set”, indicaba el informe.
De acuerdo con ABC News, las autoridades locales no han tomado ninguna decisión de acusación en el caso y los detectives esperan registros telefónicos de Baldwin como parte de la investigación.
El actor mató hace 10 meses, en octubre, a una trabajadora durante el rodaje de su última película, Rust, en Nuevo México, cuando el intérprete disparaba durante la grabación de una escena un arma de fuego que debía ser de fogueo pero que, por motivos desconocidos por el momento, estaba cargada.
La víctima fue la directora de fotografía, Halyna Hutchins, de 42 años, que falleció por las graves heridas a consecuencia del disparo mientras era trasladada en helicóptero al Hospital de la Universidad de Nuevo México en Alburqueque. Además, también resultó herido el director de la película, Joel Souza, quien estuvo ingresado en estado grave en el hospital de Santa Fe.
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