Este marzo Aprilia fue la última marca en presentar la nueva RS-GP 2023, la moto con la que aspiraban a dar el salto definitivo en el Mundial de MotoGP y pelearle las victorias a la hegemónica Ducati.
La nueva Aprilia parida por el brillante Romano Albesiano era todo un desafío técnico, tremendamente trabajada en el plano aerodinámico tras la revolución que trajeron a MotoGP con el carenado en forma de escalón y rescatando elementos nunca antes vistos en MotoGP, como el S-Duct que utilizó Ferrari en la Fórmula 1.
Se enfrentaban definitivamente a la pérdida de concesiones, pero a cambio por primera vez iban a tener cuatro motos en parrilla, las dos del equipo de fábrica con Aleix Espargaró y Maverick Viñales y las dos del RNF para el que ficharon a Miguel Oliveira y Raúl Fernández. El podio inicial en Portimao de Maverick Viñales, segundo a 0″687 de Bagnaia, parecía catapultarles. Pero el no clasificar bien en parrilla comenzó a pasarles factura.
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“La moto ya ha sido todo el año bastante competitiva, pero no hemos sido capaces de mostrarlo por una cosa o por la otra. Aquí es mejor porque en pistas rápidas, de mucho ‘flow’, somos capaces de tener mucha tracción, y la moto ha mejorado mucho. El carenado me da más estabilidad y me permite levantarla un poco mejor, que en esto Maverick era algo mejor que yo. Así que la moto va mejorando”, explicaba este domingo Aleix Espargaró.
Tras su primera victoria del año y segundo podio consecutivo tras el tercero en Assen, Aleix Espargaró empieza a remontar en la tabla. En dos GGPP ha pasado de noveno a sexto aunque 107 puntos le separan, los mismos que acumula, del líder Pecco Bagnaia.
“Al principio de la temporada mis objetivos eran quizás demasiado altos, pequé de demasiado optimista y cometí muchos errores, caídas y sin clasificar bien. Ahora estoy más relajado y ha venido esta victoria”.
Hasta cumplir los 32 años Aleix jamás peleó por títulos mundiales como la mayoría de sus compañeros de parrilla vienen haciendo desde las categorías inferiores por su carrera deportiva tan peculiar. “Mi carrera ha sido muy extraña, única. La primera vez que luchaba por primeras posiciones fue el pasado año. Recuerdo no dormí la víspera de Argentina, pero este año es distinto: Has de aprender de lo que te pasa por la vida. Para mí aún es extraño luchar por podios y victorias y he tratado de aprender rápido porque ellos (mirando a Bagnaia y Binder) lo hicieron en categorías inferiores”.
“El año pasado era todo nuevo en la lucha por el titulo y este año estoy más preparado. No será fácil Pecco tiene una ventaja enorme y no será fácil para mí. Pero todo es posible, creo que el campeonato aún está abierto (quedan 11 GGPP y 407 puntos por repartir). Carrera a carrera trataré de disfrutar. No quiero ponerme demasiada presión porque entonces cometes errores. Solo quiero tener los pies en el suelo y continuar en esta línea. Tenemos buen ritmo y velocidad”.
El trabajo ímprobo en la fábrica de Noale durante el mes de julio parece que les ha proporcionado un punto de inflexión, aunque también el circuito de Silverstone, por sus características, ha propiciado ese magnífico resultado de tres Aprilia en el top-5 y las cuatro en el top-10.
“Desde el viernes al probar el nuevo carenado y el nuevo tren delantero vi que podia cerrar mejor la curva y preparar mejor para levantar un poco antes la moto, pero aun necesito mejoras. A Maverick se le da mejor levantar la moto y la fase de aceleración. He mejorado mucho con el nuevo carenado y ha sido la clave. He tenido mejor tracción y he sido capaz de levantar mejor la moto con esta evolución y espero continuar en esta línea. Aprilia en Austria nos traerá nuevas cosas, la moto es competitiva pero aún no es la mejor moto y espero algun dia ser la moto de referencia”, reivindicó el Capitán.
Y en circuitos como Silverstone donde no importa tanto la aceleración y es más cosa de tracción y de grip Aprilia no ha dicho aún la última palabra.