Aleix Espargaró ha sido protagonista en una nueva entrega de ‘La Caja de DAZN’. En ella se ha mostrado arrepentido por algunas polémicas del pasado, aunque señala que una parte del entorno no contribuyó a difundir una buena imagen de su persona.
“De algunas me arrepiento, me equivoqué y me sabe mal. Lo ves con perspectiva, más fríamente, ahora que estoy más tranquilo, y me sabe mal porque se ha vendido una imagen de mí que no ha sido cierta. Nunca he faltado al respeto a nadie”, ha contado.
El piloto de Aprilia se considera un piloto sincero, que siempre expresa lo que siente. “Soy como soy y digo lo que pienso, y a veces eso hace que sea blanco o negro, o que te quieran o que te odien. Si tengo tanta gente que me quiere, tantos seguidores con el poco palmarés que tengo, es porque siempre he sido transparente. Cuando se acaban las carreras o tienes que decir algo, lo digo. No digo: ‘Gracias a mi equipo, ha ido todo muy bien, hasta la próxima’. Eso te lo van a decir 80 de los 93 pilotos que hay en el Mundial, pero yo no”, ha contado.
El piloto español está cuajando la mejor temporada de su carrera deportiva y es actualmente el segundo clasificado en el Mundial de MotoGP, después de haber logrado su primera victoria en la categoría reina. “Estamos ahí delante, luchando por el Mundial. Está siendo un año muy divertido, estoy muy contento y orgulloso”, ha dicho.
Asimismo, Espargaró subraya la confianza que siempre ha depositado en Aprilia. “Hace un año y medio, cuando empezamos a mejorar la moto, la RSGP 2020, que empezó a ser una moto seria, empezaba a ver que conducía bien. Hacía cosas que si mejoraba, la moto iba a estar ahí. Ya con la moto de 2021, le decía a los técnicos: ‘No estamos tan lejos. Si mejoramos la tracción, ganamos en revoluciones, que la moto corra un poco más, creo que puedo ganar carreras, puedo estar delante’. Y Aprilia lo ha hecho. Aprilia ha conseguido una moto que traccione mucho más, más ágil, el motor gira más revolucionado y hace que corra mucho más rápido, y lo he demostrado”, ha agradecido.
Figura referencial dentro de Aprilia y la ayuda de Pol
Massimo Rivola, CEO de Aprilia en MotoGP, ha destacado la figura de Espargaró dentro del equipo. “Siempre he defendido mucho a Aprilia. Cuando han querido coger a pilotos jóvenes, no quiero decir nombres, he acudido a mil reuniones para intentar convencerles, explicarles el proyecto. He sentido Aprilia muy mío, un proyecto muy mío desde hace seis años”, declara Aleix Espargaró.
Además, un hecho que reivindica la trascendencia que tiene el piloto de Granollers dentro de la marca italiana fue la gestión del fichaje de su compañero, Maverick Viñales. En este sentido, Aleix sobrepuso los intereses de Aprilia a los suyos, a pesar de que algunas personas del entorno del hermano mayor de los Espargaró no veían con buenos ojos el fichaje de Viñales por la marca italiana: “Mucha gente, desde fuera e incluso gente de mi propio círculo, me decían: ‘Es muy bueno, te estás trayendo el “lobo” a tu propia casa’. Y dije: ‘Primero de todo, es un amigo y le quiero ayudar’”, ha contado Aleix.
A pesar de que ahora está atravesando sus mejores años encima de la moto, su carrera deportiva ha estado marcada por la mala fortuna y por errores en la toma de algunas decisiones. “Mi carrera deportiva ha sido muy desestructurada, muchísimo. Seguramente, gran parte por mi culpa y en otra parte quizá no haya sido tanta mi culpa. La estabilidad solo la he encontrado a partir de los 26-27 años. En los últimos 4-5 años, creo que he hecho un buen trabajo, pero antes no. Ha habido muchos baches en el camino”, afirma Espargaró.
En su momento más difícil, cuando no llegó a tener moto para disputar el Mundial de 250cc, su hermano, Pol Espargaró, quiso que fuera partícipe de sus éxitos. “Mi hermano me echó un cable. Me dijo: ‘Te pongo un sueldo, te vienes conmigo a la pista, me ayudas en lo que haga falta’. Recuerdo el campeonato de Pol, cuando ganó el campeonato de Moto2, y yo decía: ‘Lo ha ganado Pol, pero me siento en parte ganador de ese campeonato porque he sufrido con él’. Me acuerdo de verle llorar cuando perdía carreras contra Redding (Scott Redding), le levantaba y le decía: ‘Venga, que este campeonato lo vamos a ganar’. Él me sacó un poco de estar en casa, de no tener nada”, explica Aleix.