Alejandro Pozo ha regresado a los entrenamientos del Sevilla antes de lo previsto. Tras haber estado entrenando en la llamada burbuja paralela que Luis Enrique reclamó días antes de empezar la Eurocopa en previsión tras el positivo por Covid de Sergio Busquets, el joven canterano sevillista tenía unos días más de vacaciones.
Llegó a debutar con la selección absoluta en el amistoso previo a la Eurocopa ante Lituania, choque en el que se alinearon los jugadores de la sub 21 pero con rango de la absoluta que dirigió Luis De la Fuente.
Pero, curiosamente, no tiene un puesto asegurado en la plantilla del Sevilla para la campaña 21-22. Tras terminar en su cesión en el Éibar junto a Bryan Gil, su situación vuelve a ser una incógnita. Lopetegui de momento solo tiene un lateral derecho, Jesús Navas, puesto además al que se adaptó para quedarse hace dos años en la plantilla. Desde entonces han pasado cesiones al Mallorca y al Éibar (también estuvo anteriormente en el Granada que subió a Primera) y ahora busca un puesto mientras Monchi en teoría va a buscar un lateral en el mercado.
Se ha propuesto convencer a Lopetegui y por ello ha regresado antes renunciando a una parte de sus vacaciones. El suyo es un caso peculiar, un internacional por España que tiene que buscarse la vida y que se juega su futuro en pretemporada.
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