Hay ingredientes que se encuentran en miles de alimentos y los consumimos en nuestra vida diaria sin darnos cuenta. Podría ser el caso de la harina blanca refinada, este ingrediente se encuentra en todo tipo de preparaciones de la gastronomía española, como panes, pastas o en la bollería que consumen los más pequeños. Pero hay que tener cuidado, pues su consumo está desaconsejado por su conexión con algunas enfermedades y factores de riesgo como la diabetes o la obesidad.
La harina refinada, un alimento presente en la gastronomía española
Por su proceso de refinado, esta harina pierde gran parte de sus beneficios y acaba resultando un ingrediente poco interesante para incluirlo en una dieta saludable. No todas las harinas tienen la misma composición y proceso de elaboración, pero este es esencial para determinar la calidad final de cada harina.
La harina refinada que se puede encontrar en muchos de los alimentos que consumimos semanalmente. Normalmente, procede de varios cereales, siendo uno de los más comunes el trigo. Se somete a un proceso industrial en el que se eliminan parte de los componentes de los granos enteros, formado por salvado, germen y endospermo. Con este proceso de refinado, se pierden las dos primeras partes y se utiliza la tercera, que resulta más sencilla de trabajar en productos como la pastelería o bollería industrial.
Un consumo excesivo de esta harina tendrá efectos en la salud y por ello, lo mejor es omitirla de la dieta, optando por otras opciones más interesantes o priorizar un consumo moderado de las mismas. Durante el proceso de refinado donde se extraen componentes del grano entero, también se pierden elementos interesantes como proteína, fibra, minerales o vitaminas, que están presentes de manera natural, pero que quedan fuera de la composición por el proceso al que se someten.
Su aporte nutricional resulta mucho menos interesante y su bajo contenido en fibra provoca un alto índice glucémico, favoreciendo un incremento de los niveles de glucosa en sangre. Este incremento es señalado como un factor de riesgo que puede derivar en diversas enfermedades, por lo que su consumo resulta poco saludable para el organismo.
¿Qué alimentos contienen harinas refinadas?
Son muchos los alimentos que contienen este ingrediente en su composición, es muy común en la elaboración de masas, por lo que lo encontramos sobre todo en pan, pastas frescas, bollería, pizzas o todo tipo de snacks que podemos encontrar en el supermercado. En estos casos resulta más evidente que contienen esta harina por su composición, pero también lo podemos encontrar en fiambres y embutidos.
Los fiambres y embutidos de menor calidad pueden contener almidones o féculas entre sus ingredientes, así se consigue una mayor consistencia en el alimento. Lo mejor será leer el etiquetado y escoger opciones que omitan estos ingredientes, pues le restan valor nutricional al alimento que hemos escogido.
Para evitar el consumo de estos ingredientes, lo ideal es optar por alternativas de harinas integrales de distintivos cereales como el trigo o la espelta. Además, se recomienda alejarse de los alimentos procesados que contengan estos ingredientes, lo podrás revisar en su etiqueta, así te asegurarás de comprar las mejores alternativas para tu salud.
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