Zion Williamson llegará justo al estreno de la burbuja NBA, si es que llega, después de haber pasado más de 13 días alejado de las pistas debido a un asunto familiar que le obligó a abandonar la concentración de los New Orleans Pelicans en Orlando. Tras llegar el pasado viernes por la noche al campus de Disney, la joven estrella está cumpliendo con los cuatro días de cuarentena obligatoria establecidos por el protocolo sanitario en casos como el suyo.
Eso quiere decir que hasta el martes por la noche Zion no será liberado de su habitación. “En teoría, su cuarentena terminará el martes al atardecer”, explicó David Griffin, GM de los Pelicans. “El problema es que debe pasar una prueba y tener los resultados antes de que le suelten”. Según el responsable de la franquicia, esperan poder contar con su referente para el entrenamiento del miércoles.
Durante sus ocho días de ausencia, Zion pudo ejercitarse suavemente, pero ahora solo podrá hacerlo confinado en su habitación de hotel, con todos los inconvenientes que ello conlleva. “No es que pueda hacer nada parecido a correr y saltar”, apuntó Griffin. “Cualquier jugador de nuestra plantilla que hubiera estado 13 días sin realizar ninguna actividad física no recibiría el OK sin más para soltarse al siguiente partido. En particular un jugador que genera tanta fuerza como él. Veremos dónde está”.
El entrenamiento del miércoles resultará clave para saber si Williamson, una mina de oro para la NBA, puede participar en el encuentro inaugural de la burbuja al día siguiente contra los Utah Jazz. Para un jugador al que los Pelicans han cuidado con mimo, todo apunta a que no será distinto el trato que reciba ahora.
A la liga y a las televisiones les interesa que esté en el salto inicial ante Utah, pero sus delicadas rodillas importan más a largo plazo. Con 20 años, arriesgar su físico por un partido sería una temeridad. La alerta es real, y sería un mazazo (comprensible) para los aficionados no poder contar con el principal aliciente de la noche del reinicio de la NBA.
Source link