La iniciativa Alianza por la Salud Alimentaria brindará información a los gobiernos sobre el tipo de ayuda que pueden aceptar en beneficio de la población.
Entre las donaciones alimentarias realizadas entre abril y mayo por la emergencia sanitaria por el Covid-19, se identificó que varios de los productos incluidos son ultraprocesados, con un exceso de azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías.
“Esta situación es grave, más aún en un país como México, que presenta uno de los mayores índices de sobrepeso y obesidad a nivel mundial, y que son precisamente estas condiciones las que han puesto en mayor vulnerabilidad a la población mexicana ante las complicaciones por este virus”, señaló este martes Paulina Magaña, coordinadora de la Campaña de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.
Durante el encuentro virtual Obesidad y Covid-19: El papel de la industria de ultraprocesados, expertos señalaron que la industria de alimentos ultraprocesados y de los sucedáneos de la leche materna ha realizado donaciones a gobiernos e instituciones del país, aludiendo un compromiso con la sociedad; sin embargo, sólo ha sido una oportunidad para ofrecer sus productos y posicionar sus marcas.
Para Ana Larrañaga, coordinadora e investigadora de la Coalición ContraPESO, la donación de productos chatarra no ayuda a resolver la raíz la inseguridad alimentaria.
“Lo que aparenta ser una acción benéfica, puede con facilidad convertirse en un factor de riesgo para el desarrollo o agravamiento de enfermedades entre la población con mayor vulnerabilidad, si no se cuida que la calidad nutrimental de los alimentos que se donan sea la óptima”, dijo Larrañaga.
Como una iniciativa para ayudar a gobiernos e instituciones al momento de recibir donaciones, se ha creado la Alianza por la Salud Alimentaria, que brindará información a los gobiernos estatales y municipales, recomendaciones que les permitan determinar el tipo de ayuda que pueden aceptar en beneficio de la población.
Calidad nutrimental
Los ponentes instaron a seguir las recomendaciones internacionales y nacionales sobre donaciones, pues deben cumplir con
criterios de calidad nutrimental para asegurar que todas las personas puedan acceder a alimentos saludables y nutritivos, que no representen un riesgo para la salud.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha establecido criterios específicos para las donaciones frente a la pandemia y algunos gobiernos han hecho públicos sus criterios para la donación de alimentos, con el fin de garantizar que sean saludables.
Esas acciones de “responsabilidad social” que hace la industria no contrarrestarán el marketing agresivo y la interferencia en políticas de salud y nutrición que dichas empresas han desarrollado en México en las últimas décadas, señaló Mariel White Santillán, del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública.
“Es necesario crear y apoyar regulaciones más estrictas, sobre todo de marketing digital”, dijo; “además de promover el uso de lineamientos sobre la interacción del sector privado en el sistema de salud”.
Riesgos de la leche de fórmula
Según han documentado, la industria de los sucedáneos de la leche materna ha lanzado campañas para realizar donaciones monetarias y entregar leche de fórmula en comunidades vulnerables de Veracruz y el sureste de México, lo que va en contra del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.
Los sucedáneos de leche materna en estas poblaciones representan un grave riesgo, ya que muchas veces no existen las condiciones necesarias de higiene para su preparación; además, contribuye a desplazar la lactancia materna.
Incluso, el código surgió para evitar que las empresas promocionen el consumo de esos productos en poblaciones vulnerables, tras demostrar que habían causado miles de muertes.
“Gran parte del sector salud desconoce la recomendación oficial de la OMS/ Unicef para lactancia materna. Esto genera que se desincentive el amamantar y que no se respete el derecho del binomio madre-hijo”, explicó Xaviera Cabada, integrante de la International Baby Food Action Network, México.
Donaciones y responsabilidad
La Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ha declarado que México presenta alta vulnerabilidad al Covid-19 por la epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes que afecta a su población y que tiene su origen en el alto consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas.
La industria de bebidas y alimentos ultraprocesados comparte la responsabilidad no sólo por la pandemia de obesidad, sino también por la gravedad de la enfermedad de Covid-19 y sus devastadoras consecuencias.
De los casos a nivel nacional de fallecimientos en personas (22 mil 584) por Covid-19 hasta el 22 de junio de 2020, el 41.99 por ciento de los casos presentaba hipertensión, 37 por ciento tenía diabetes y 25.08 por ciento presentaba obesidad.
“Los derechos de la infancia no se interrumpen ante una emergencia, por grave que sea. Por el contrario, una emergencia requiere de esfuerzos extraordinarios para proteger el pleno derecho de toda niña, niño y adolescente a la salud y la alimentación adecuada”, expresó Delhi Trejo, consultora para El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Desde Unicef México, señaló, se ha exhortado a que durante la pandemia se promocione y apoye una dieta saludable para la niñez, especialmente cuando las oportunidades de acceso a alimentos frescos y actividad física son limitadas.
“Las bebidas azucaradas y alimentos altos en grasa, azúcar y sal (ultraprocesados), así como los sucedáneos de la leche materna y equipos de alimentación como biberones, no deben buscarse ni aceptarse para su distribución, ya que resultan acciones contradictorias a la importante prevención de la mala nutrición que prevalece en nuestro país”, recomendó.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, solicitó a la Secretaría de Salud federal que acompañe este esfuerzo de la sociedad civil y envíe un código de recomendaciones a los gobiernos estatales y municipales sobre los alimentos que deben formar parte de las donaciones y cuáles deben evitarse.
“Si sumamos morbilidad y mortalidad por el consumo de alimentos y bebidas no saludables en nuestro país, podemos decir que el Covid-19 nunca llegará a generar el daño en salud que ha generado la comida chatarra y las bebidas azucaradas”, expresó.