Álex Grijelmo recibe el premio Gumersindo de Azcárate


El periodista y escritor Álex Grijelmo, subdirector de EL PAÍS, ha recibido este miércoles el XI Premio Gumersindo de Azcárate de los Registradores de España, que reconoce a las personas o entidades que promueven el Estado social y democrático de derecho y el desarrollo institucional y con ellos la paz, la convivencia y el progreso económico y social. La entrega del galardón se ha celebrado en el Casino de Madrid, en un acto presidido por el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que ha contado también con la presencia del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, la presidenta del Senado, Pilar Llop, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, el consejero de Justicia, Interior y Víctimas en funciones de la Comunidad de Madrid, Enrique López, y otras personalidades del mundo jurídico, político y periodístico.

Grijelmo ha recibido el Gumersindo de Azcárate por su compromiso con la ética profesional y con el auténtico valor de las palabras. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense, ha escrito más de una decena de libros sobre lenguaje y periodismo. En su larga trayectoria ha trabajado para Europa Press y La Voz de Castilla, ha sido presidente de la Agencia Efe y ha ocupado distintas responsabilidades en el Grupo PRISA. Actualmente es subdirector de El País, a cargo de su Unidad de Edición, además de responsable de su Libro de estilo. Los registradores valoran especialmente su participación en la comisión para la modernización del lenguaje jurídico.

En su discurso, Grijelmo ha reivindicado el periodismo como herramienta para estructurar la realidad, “para distinguir entre la política y el deporte, entre la economía y la cultura, entre lo importante y lo trivial, entre la actualidad y la documentación”. “Los diarios de calidad estructuran los géneros periodísticos y los distinguen tipográficamente para que el lector sepa ante qué grado de presencia del yo del autor se encuentra en cada uno de ellos, y pueda subir o bajar la guardia respecto al mensaje que se le transmite. No es lo mismo una noticia que una crónica; un reportaje se diferencia de una crítica de arte y esta de un editorial… Estructuramos la forma y el contenido”, ha explicado.

Sin embargo, ha advertido, “los textos periodísticos circulan ya cada vez más sin estructuras por redes y ciberespacios, deslavazados y dispersos. Millones de lectores no acceden a un medio en su conjunto, sino a escritos aislados, sin perspectiva, sin jerarquía, sin contexto, sin saber siquiera de dónde proceden. A menudo incluso cercenados o tergiversados”.

“Es muy probable que esta desestructuración comunicativa no tenga ya regreso”, ha continuado el periodista. “Este cibermundo sin jerarquías vivirá mucho tiempo. Por eso convendría responder a su desafío reforzando las estructuras previas del pensamiento de los estudiantes y de la ciudadanía en general, de modo que procesen cabalmente la información desestructurada, la cuestionen y la pongan en el lugar que en cada caso corresponda”.


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