Álex Moreno se vistió de factor diferencial para decantar el partido contra la Real Sociedad a favor del Betis (0-2). Primero con un pase
atrás al balcón del área para que el hispano-argentino Juan Cruz se estrenara como goleador en verdiblanco y otro al segundo palo para que Borja Iglesias se convirtiera en el máximo anotador español. El conjunto verdiblanco supo sufrir y al final recogió su premio. Sus carreras por la banda izquierda ya son marca de la casa y un dolor de cabeza para los rivales. Regatea como los mejores extremos y defiende como los mejores defensas. Es un lateral moderno que aporta en ambos campos. Parece que desayuna oxigeno.
Moreno no asiste porque no juega al baloncesto, percute una y otra y parece tener una bombona sin fondo de aire y la precisión de lo que la RAE define como ‘pieza que golpea en cualquier máquina y especialmente el martillo o la aguja con la que se hace detonar el cartucho en las armas de fuego’.
‘Gracias por esperarme’, le agradeció el punta de Santiago a Álex Moreno su pase, que llegó una vez que el carrilero catalán había llegado a la línea de fondo y, ciertamente, había esperado la llegada de cuatro jugadores béticos, entre ellos Borja Iglesias para hacer su octavo gol en Liga, sólo superado por los trece del barcelonista Robert Lewandoski.
El zurdo catalán se ha hecho a sus 29 años dueño de esa banda, como un día lo fue Rafael Gordillo o el croata Robert Jarni, en los 990 minutos que suma en los once partidos que ha disputado hasta el momento.
Álex Moreno estuvo a punto de salir el pasado verano al histórico Nottingham Forest, bicampeón de Europa y recién ascendido a la Premier League, aunque el de San Sadurní declinó hacerlo en agosto para “seguir caminando juntos esta temporada”.
Con contrato hasta 2025, el lateral izquierdo no para de crecer en la confianza que le ha dado el entrenador chileno del Betis, Manuel Pellegrini, el artífice principal a la hora de moldear un jugador que, por su voluntad de percutir una y otra vez por la banda izquierda, es clave en el dibujo táctico del ‘Ingeniero’.
No lo tuvo fácil, sin embargo, en su inicios como verdiblanco por las fragilidades defensivas que se le achacaban, disipadas a la postre por la confianza que da que los mecanismos del equipo se ajusten y, como consecuencia de ello, todas las piezas se ajusten.
Álex Moreno comenzó su carrera futbolística en el Vilafranca, desde donde fue reclutado por la cantera del Barcelona para incorporarse a su primer equipo juvenil; y posteriormente firmó por el Llagostera, donde sus buenas actuaciones llamaron la atención del Mallorca, que lo fichó a la temporada siguiente.
En julio de 2014, el jugador verdiblanco se incorporó a las filas del Rayo Vallecano, donde permaneció hasta 2019 a excepción de la temporada 2015-2016, que la pasó cedido en el Elche.
En su cuarta temporada en el Benito Villamarín, una de las asignaturas pendientes en la hoja de servicios de Álex Moreno es la Selección española y, pese al nivel que viene exhibiendo y lo mucho que percute, no ha sido preseleccionado por Luis Enrique Martínez para el Mundial.