Lunes negro para el periodista Alfonso Merlos. Tras más de 5 horas de debate, la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) ha decidido revisar las condiciones económicas al periodista, contratado como Jefe de Prensa desde enero de 2018 y congelar sus apariciones en televisión al considerarlas incompatibles con el puesto. El calor apretaba a las cinco de la tarde en este inicio de la octava semana de confinamiento y el protagonista de Merlos Place– el affaire del momento- las pasaba canutas en su casa de Boadilla del Monte.
Una videoconferencia reunía a los 14 miembros de la Junta de Gobierno (ICAM) para decidir su futuro como Jefe de Prensa de la corporación. Ambiente muy caldeado: detractores y defensores, a cara de perro, pero se llegó a un acuerdo. El decano José María Alonso, artífice de su nombramiento como director de Comunicación del ICAM, muy a favor de mantenerlo en su puesto. Merlos fue su asesor en la campaña de las últimas elecciones de 2018 que le llevaron al decanato y besa por donde pise el ínclito Merlos. 5 diputados (como llaman a cada uno de los miembros de la Junta de Gobierno) muy en contra. Look tiene las claves de esa reunión urgente en la que le punto más importante a tratar era: ¿Qué hacemos con Merlos?
Sobre la mesa, 3 posibles soluciones a esta crisis que ha puesto en jaque al colegio de abogados con sede en la madrileña calle de Serrano: mantenerlo en el cargo pese a todo, rescindir el contrato y acordar uno nuevo que contemple un buen reajuste económico y la prohibición de acudir a programas de televisión o simplemente prescindir de sus servicios, como apunta Confilegal. Para echarlo eran necesarios ocho votos, para que se mantuviera en el puesto, otros tantos a favor. Finalmente, el periodista se mantiene como jefe de Prensa, pero con dos condiciones: revisar su contrato y condiciones económicas y acabar con sus apariciones en televisión. La conexión telemática se ha alargado durante más de 5 horas. Argumentos enfrentados, responsabilidades y la imagen del ICAM en juego. La decisión final se tomó de manera consensuada. El jefe de Merlos, el responsable de la Comunicación, muy cuestionado. Ni una sola nota, comunicado o decisión. ¿Cómo no había hecho nada?. Mientras los diputados decidían que hacer con Merlos, el periodista esperaba noticias en casa. Su primera decisión ha sido dejar la tele esta semana; Ahora le obligan a desaparecer de pantalla.
Alfonso Merlos factura su sueldo de más de 180.000 euros al ICAM a través de la sociedad Trocadero Comunicación S.L, otra irregularidad señalada por sus detractores y que sería “solo para ahorrarse impuestos, puesto que tributaría a un máximo del 25 por ciento en lugar del 45 que le corresponde con semejantes ingresos y como persona física”. Es cierto que esa cantidad fue aprobada por la Junta de Gobierno, pero al estallar el escándalo en televisión, algunos diputados se han echado las manos a la cabeza. “Nos hace mucho daño todo esto. Deja la imagen del colegio por los suelos”, argumenta un letrado contrario a Merlos y su continuidad como Jefe de Prensa.
Está claro que con su vida privada puede hacer lo que se le antoje y le permitan las diferentes interesadas en la misma. La imagen del periodista en plena conexión por Skype con el programa dirigido por su colega, Javier Negre en el canal Youtube y la secuencia en la que aparece una mujer joven semidesnuda que no era su pareja, ha dado un par de vueltas por las televisiones del mundo. El periodista, maqueado para la ocasión, apoyando el confinamiento y una desconfinada en su propia casa. Deslealtades a domicilio y quebrantamiento de la norma.
La televisiva Marta López, la novia oficial del jefe de prensa del ICAM hasta el momento otra-chica-en-ropa-interior-captada-por-la-cámara-en-el-salon-de-merlosplace- ha descubierto algunos detalles de su relación y del engaño que ella misma ha detallado con fechas, pelo, gomina y señales. Marta se ha sentido engañada, pero la cosa no va solo de un triángulo amoroso, o no, que ha protagonizado muchos minutos de televisión con audiencia millonaria en las dos últimas semanas, la historia es que miles de abogados se sienten también engañados. “El 90 por ciento de los colegiados no pertenecen a grandes bufetes. Son profesionales que defienden su propio despacho, contratados por alguno o que ejercen el nada fácil turno de oficio y muchos están indignados. Llevan más de siete semanas sufriendo el parón de actividad, pasándolo mal, y ahora nos enteramos de que el jefe de prensa factura más de 180.000 euros y a través de una sociedad. No me fastidies. Que le estamos pagando el sueldo entre todos los colegiados, que la broma nos cuesta 400 euros al trimestre (cuota colegial del ICAM); es un escándalo”, me comenta indignado un letrado que pide anonimato. Otro de los abogados consultados, opina que el Jefe de Prensa representa de alguna manera al colegio. «No puedo entender cómo le han permitido ir a programas de televisión, posicionarse en política con sus críticas o sus apoyos a tal o cual partido”. El periodista tiene su máximo apoyo en el decano y 3 diputados de su confianza.
José María Alfonso, en su discurso el pasado 8 de enero de 2018, cuando tomó posesión como decano señaló, entre otros objetivos: «No nos va a temblar el pulso al exigir el absoluto respeto al abogado, tanto en la forma como en el fondo, y muy especialmente en el ejercicio de lo que es nuestra esencia, que es el ejercicio del derecho de defensa que tenemos conferido”. ¿Formas? ¿Fondo? Sí lo contrataron con esas condiciones, de esos barros estos lodos. Rectificarán.